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Antes de la publicación de ayer en Boletín Oficial, la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) respondió a un pedido de informes de la Comisión de Asuntos Administrativos y Municipales del Senado de la Nación sobre el convenio firmado en agosto de 2024 con el Gobierno de Salta para la cesión de 41 hectáreas del predio del INTA en Cerrillos, destinadas a proyectos habitacionales. La respuesta oficial buscó disipar críticas, aclarando que se trata de un permiso precario de uso con compromiso de compra y que la Estación Experimental INTA-Salta continuará funcionando en el resto de las tierras.
La AABE explicó que el acuerdo no significó una transferencia inmediata de dominio, sino un Permiso Precario de Uso con Compromiso de Compra. Esto implica que la Provincia de Salta tiene la opción de adquirir el terreno en un plazo de 180 días, siempre y cuando el Consejo Directivo Nacional del INTA ratifique la autorización otorgada por la máxima autoridad del organismo.
El Senado pidió precisiones sobre el uso actual de la tierra. En su respuesta, la AABE confirmó que allí funciona la Estación Experimental Agropecuaria INTA-Salta (EEA-Salta), que desarrolla ensayos de rendimiento de granos como maíz, poroto y cereales.
Un terreno libre de construcciones
Sin embargo, aclaró que la fracción comprometida se encuentra separada del núcleo productivo por la autopista de Circunvalación y que es un terreno libre de construcciones. Por eso, los ensayos en curso podrían trasladarse a otras parcelas sin afectar las tareas esenciales.
De las aproximadamente 582 hectáreas totales que componen el predio del INTA en la zona, las 41 destinadas al convenio representan menos del 10%. El resto —unas 541 hectáreas— seguirá bajo uso del organismo para sus actividades de investigación y extensión agropecuaria.
La Estación Experimental Regional Agropecuaria (EERA) Salta-Jujuy mantendrá allí su sede principal, con continuidad plena de su planificación productiva.
En un documento elevado a la AABE, el propio INTA manifestó que no se opone a la cesión, siempre que se garantice la finalidad social y comunitaria del proyecto —la construcción de viviendas para paliar el déficit habitacional de la provincia— y que no se vean afectadas sus funciones sustantivas.
En un contexto de alta presión inmobiliaria en el Valle de Lerma, la cesión de parte del predio del INTA plantea interrogantes sobre cómo se planificarán las urbanizaciones y qué garantías existen para evitar la especulación en una zona de gran valor.