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A través de la red social Facebook la Policía descubrió que se promocionaba un evento bailable nocturno, con presunta venta de bebidas alcohólicas, que habría sido organizado de manera ilegal en un domicilio de Vaqueros.
El festejo tuvo lugar en una vivienda ubicada en la avenida San Martín al 3100 de dicha localidad.
Efectivos de la subcomisaría de la zona se hicieron presentes en la casa donde se llevaba a cabo el evento y escucharon música a muy alto volumen. Se entrevistaron con la propietaria de la vivienda, Graciela Morán (69), quien explicó que estaban celebrando el cumpleaños de su hijo. Con la autorización de la mujer, según el informe, los policías ingresaron al inmueble y observaron que participaban once menores y dos mayores, quienes fueron conducidos a la dependencia policial.
Según un informe oficial, los efectivos constataron que se cobraba una entrada de $20 para ingresar y que además se comercializaban bebidas alcohólicas en el interior. Un vecino identificado como Federico Ruiz (42) radicó una denuncia por “ruidos molestos” contra Morán.
Por el hecho se labraron actuaciones contravencionales por infracción al artículo 124 A de la ley 7135/01, que establece que sufrirán hasta 20 días de arresto o multas los que efectuaran bailes públicos sin permiso de la autoridad municipal y/o policial. Por la denuncia de Ruiz, en forma paralela, se hicieron actuaciones por violación al artículo 72 de la misma ley.
Matías, el agasajado, contó que “un amigo creó un evento por Facebook, la celebración de mi cumpleaños 18 y el de otro amigo. La fiesta empezaba a las 11. Pero la policía vino unas cinco veces, después llegó Infantería. Había seis patrulleros. Unos uniformados se metieron a mi casa sin permiso, armados con escopetas y cascos. No me gustó para nada eso. Es cierto que cada invitado colaboraba con $20, pero era una ‘vaquita’ para pagar el DJ y la bebida. No es verdad que se cobraba entrada, tampoco es cierto que se comercializaba alcohol. Teníamos permiso”, dijo el joven.
“A mí no me molestó para nada. Fue solo una fiesta de cumpleaños, como las que estamos acostumbrados a ir. Los chicos estaban alegres”, dijo otra vecina que vive frente al lugar en cuestión.
En tanto, otro vecino, que vive en la casa de al lado del inmueble cuestionado, explicó: “Yo llegué temprano y había chicos reunidos. Parecía un cumpleaños. No me molestaron para nada, y ni siquiera me enteré que hubo problemas”.
Otra residente de la zona, cuya casa está en una esquina cercana, dijo que “era espantoso el ruido de esa música a todo lo que da. Se me quitó el sueño toda la noche”.