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La Policía de Santa Fe allanó la noche del sábado tres locales que funcionaban a pocos metros de la terminal de ómnibus de la ciudad de Rosario.
El operativo se concentró en dos casas que funcionaban como prostíbulos y otro local que funcionaba como whiskería, en inmediaciones de Santa Fe y Castellanos, donde se bebía y los clientes eran incitados a visitar el local vecino, donde funcionaban los prostíbulos internacionales. Había cinco trabajadoras sexuales, tres clientes y dos mujeres de nacionalidad dominicana.
El allanamiento fue encabezado por personal de la comisaría 7 y se realizó el sábado a la noche en dos casas que funcionaban como prostíbulos y en una whiskería de nombre La Brújula, todos ubicados a pocos metros de la terminal de ómnibus.
En el operativo, concluido a primera hora de ayer, se hallaron cinco trabajadoras sexuales, argentinas y mayores de edad, tres clientes y otras dos mujeres de procedencia dominicana y con residencia, que estaban limpiando el local de bebidas.
La causa se tramita en el juzgado de Correccional de la 7ª nominación, a cargo de Juan Carlos Curto, quien se hizo presente en el lugar y monitoreo el procedimiento.
“Veníamos investigando esta esquina. Sobre las figuras de proxenetas o rufianes, que es lo que se pena en estos casos, no vamos a dar detalles porque la causa está bajo secreto de sumario. Fue un allanamiento conjunto con más de una decena de agentes policiales, municipales y de migraciones”, dijo el jefe de la seccional 7, Guillermo Morgans.
Alrededor de las 20 del sábado, se estacionaron tres móviles frente a Santa Fe 3798. Allí se encontraban cuatro mujeres con tres clientes ocasionales. Luego, la Policía ingresó al precario y lúgubre lugar compuesto por tres habitaciones, una cocina y un baño. Todos los espacios se encontraban en condiciones deplorables: sucios, oscuros, con camas destartaladas y apenas unas lámparas con luces de colores.
Después las autoridades fueron a Santa Fe 3782, un inmueble conectado irregularmente a la energía. Se encontraba allí una meretriz, pero ningún cliente. Y a la vuelta de esa esquina, en Castellanos 627, se ingresó a un local habilitado como whiskería, pero que fue clausurado por el municipio por infringir medidas de higiene y seguridad.
Las mujeres extranjeras baldeaban el sitio cuando llegó la Policía, informó el diario La Capital, de Rosario.