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No se salvó ni por ser agente de inteligencia

Lunes, 10 de septiembre de 2012 23:18
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En la reanudación del juicio por la megacausa de la UNSa, en la audiencia de ayer el Tribunal Oral Federal de Salta se abocó a desentrañar el caso de un exagente de inteligencia de la Policía Federal que fue secuestrado y desaparecido junto a su esposa. Juan Carlos Parada de Mello fue detenido el día 17 de marzo de 1978 por la Policía de la Provincia desde un taller de la calle Alvear 70, en esta ciudad. Los rastros de Marta Cascella se perdieron doce días más tarde cuando concurrió a la Central de Policía en busca de su marido. Luego del fallecimiento del comisario (r) Abel Vicente Murúa, el único imputado por ambos casos es el exdirector de Seguridad de la Policía local, Joaquín Guil.

El abogado Néstor Raúl Adet dijo que Parada concurría asiduamente a su estudio jurídico y que luego pudo corroborar que formaba parte del aparato paramilitar. “Al final cayó en su propia trampa”, opinó. Cree que el hombre cayó en desgracia cuando se ofreció a recuperar un auto robado al abogado Francisco Balbi, que estaba en poder de un militar en la provincia de Catamarca.

También Adet sostuvo que Parada mantenía estrechos vínculos con Oscar Chapur, un militar que participó del secuestro y desaparición de su cuñado Juan José Figueroa Elías. El testigo contó que a través de su colega Juan Carlos Issa y la esposa de éste tomó conocimiento de que a Parada lo “chuparon” por haber recuperado el vehículo del doctor Balbi, y que lo propio hicieron con Cascella cuando en una entrevista con el imputado Joaquín Guil, la mujer amenazó con viajar a Buenos Aires y denunciarlos ante los altos mandos del Ejército. El 29 de marzo Cascella recibió una llamada telefónica -en su trabajo de la peluquería Burgos- desde la Central de Policía pidiéndole que se haga presente con el argumento de que su esposo iba a ser liberado. Jorge Burgos, su empleador, la llevó hasta el lugar y a partir de ese momento nunca más se supo de ella. Según el abogado Adet, por boca del matrimonio Issa supo que el sacerdote Carlos Escobar Saravia confesó haberle dado la extremaunción a Parada de Mello.

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