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“Nos han tomado el pelo. Nos están empujando a la ruta”, dijo un ambientalista de Gualeguaychú.
La asamblea ambientalista de Gualeguaychú, que mantuvo cortado el paso internacional a Fray Bentos durante tres años en oposición a la instalación de la pastera Botnia en esa ciudad uruguaya, entró en estado de alerta y amenaza con volver a tomar medidas de fuerza ante la inminencia de una ampliación de la capacidad productiva de la pastera.
En declaraciones radiales, Martín Alazard, miembro de ese grupo, advirtió este miércoles: “Nos están empujando a la ruta. Nos han tomado el pelo”, se quejó, y avisó que los asambleístas estudian la posibilidad de “romper la quietud”.
El presidente de Uruguay, José Mujica, adelantó hace unos días que autorizará a Botnia aumentar su producción a cambio de mejoras ambientales. Sin embargo, después se reunió con Cristina Kirchner para tratar de encontrar una solución.
El martes, hasta última hora, los cancilleres de los dos países no pudieron alcanzar un acuerdo sobre el volumen de producción de la pastera, pero, según informa el diario uruguayo El Observador, Mujica ya tendría tomada la decisión de dar luz verde a la planta para que incremente su actividad.
La Argentina se opone a esa postura y exige mayores controles ambientales. También, el gobierno nacional amenazó con recurrir a la Corte Internacional de La Haya.