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Anarquía total

Martes, 22 de octubre de 2013 01:08
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Estamos viviendo en una “anarquía total”. No tenemos seguridad, no hay justicia (solamente unos pocos la tienen, que son los amigos del poder). Las violaciones, los asesinatos, la corrupción, los asaltos y las mentiras de los políticos están a la orden del día. No hay un policía en los lugares claves, y si los hay miran para otro lado. Los automovilistas, al igual que los motociclistas y ciclistas, no respetan los semáforos y van de contramano, con el peligro que esto conlleva. Todo es un descontrol sin parangón. El sistema de salud es deficiente. El problema del agua en algunos sectores de la provincia es terrible. Las madres claman justicia por las desapariciones y asesinatos de sus hijos. La prostitución, la violencia y la droga son un flagelo permanente. El comportamiento de parejas grandes, al igual que de parejas jóvenes a las salidas de los colegios en las plazas es lastimoso. Más allá de que se nota la ausencia de los padres, no hay control en las plazas ni en ningún otro lado de la vía pública, en donde los transeúntes nos vemos obligados a soportar escenas desagradables.

Da tristeza ingresar a Salta y observar las bolsas de basura colgadas de las ramas de los árboles. El cerro San Bernardo es un basural, además de ser un foco infeccioso para la sociedad. La mayoría de los hospitales tienen un mal funcionamiento, además de estar muchos de ellos deteriorados.

La desnutrición infantil en Salta es tremenda: hay 10.000 niños desnutridos, y tienen hambre de agua. Son problemas realmente graves los que está viviendo la provincia. No sé si el Sr. gobernador estará enterado sobre este tema. La enseñanza está pasando por uno de sus peores momentos.

Las peleas, los insultos, las amenazas y las traiciones de algunos políticos tratando de desacreditar a otros es lamentable, y todo por el famoso poder que muchos quieren alcanzar, sin importarles cuáles son los medios para lograrlo.

Hay ataques a la enseñanza religiosa y al clero en general.

Los acomodos de los políticos para con sus familiares y amigos no cesan. Hay madres jóvenes con muchos hijos que están capacitadas para obtener un nombramiento en alguna repartición pública y no lo logran porque no tienen acceso a ningún político o no pertenecen a determinado partido, y ellas con ese trabajo podrían mantener a sus hijos con un salario digno y tener una obra social para su atención. Muchas madres tienen que prostituirse porque no tienen para darle de comer a sus hijos, y eso hay que evitarlo. Hace seis años que la provincia de Salta se está viniendo a pique. El Dr. Juan Carlos Romero al finalizar su mandato dejó una provincia pujante en todo sentido. Al Dr. Juan Manuel Urtubey le dejó la mesa puesta. El 27 de octubre es un día clave para Salta, es un día en el que el pueblo salteño tiene que mirar con atención y pensar a quién va a votar.

Las últimas elecciones fueron un toque de atención de lo grave que puede llegar a pasar si no tenemos conciencia al emitir el voto. Del resultado de estas elecciones depende el futuro de Salta para el 2015.

En estos momentos, la provincia es como un barco que está a punto de naufragar y debemos ser conscientes y saber elegir un buen capitán que pueda llevar el timón y conducir el mismo a un buen puerto. En el siglo XIX tuvo que venir Juan Manuel de Rosas para imponer orden debido a la anarquía que había en ese momento. Hoy en el siglo XXI sería bueno que Urtubey, en estos escasos dos años que le quedan de gestión, deje un buen recuerdo y, en vez de seguir postulando a su hermano como candidato a senador nacional, se ocupe de la desnutrición infantil y que ponga un poco de orden en esta Salta querida que está desbordada por la ambición de muchos que cada vez quieren más, y desprotegida en todo sentido. Dr. Urtubey, con el respeto que Ud. me merece como gobernador, quiero decirle que sin orden y el debido respeto por el otro, no hay progreso ni moral.

Celina Orlando Amoedo, Ciudad

 

 

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