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El papa Francisco recibió ayer en audiencia a dirigentes del Centro Simon Wiesenthal, organización judía dedicada a documentar las víctimas del Holocausto, ante la cual reiteró la condena de la Iglesia católica al antisemitismo.
“Tuve la posibilidad de reiterar varias veces, en estas semanas, la condena de la Iglesia a cualquier forma de antisemitismo. Hoy quisiera subrayar que el problema de la intolerancia se debe afrontar en su conjunto”, dijo Francisco en la audiencia.
El papa argentino Jorge Bergoglio agregó que “allí donde una minoría cualquiera es perseguida y marginada por sus convicciones religiosas o étnicas, el bien de toda una sociedad está en peligro y todos debemos sentirnos involucrados”.
“Pienso con particular dolor en los sufrimientos, la marginación y las auténticas persecuciones que no pocos cristianos están sufriendo en diversos países”, observó, al tiempo que pidió unir “nuestras fuerzas para favorecer una cultura del encuentro, del respeto, de la comprensión y el perdón recíproco”.
Durante la mañana de ayer, Francisco tuvo numerosas audiencias: recibió al gran duque heredero de Luxemburgo, Guillaume; al nuncio en Australia, Paul Ghallagher; al nuncio en Filipinas, Giuseppe Pinto; al arzobispo de Los Angeles, Joe Horacio Gómez, y a los vicarios apostólicos de Arabia del Norte y del Sur, Camillo Ballin y Paul Hinder, consignó la agencia de noticias Ansa.