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Terrorífico, pero real. Tanto como las palabras crudas de Salvador Ragusa luego del empate del fin de semana pasado ante Tiro Federal, en Rosario, cuando sostenía que este Gimnasia “no está para pelear el campeonato”. Y es cierto. Ese será el juego del albo de aquí en más. Porque hasta el momento no muestra otra cosa que desmienta que esté predestinado a pelear la permanencia. Como el guión de una película de ciencia ficción que roza el terror y el ridículo, el albo no pudo sostener anoche ante su homónimo entrerriano un 3 a 0 con todo a su favor y a su merced. Parecía que nada podía arruinar aquel momento de gloria en medio del panorama deprimente que estaba viviendo Gimnasia y Tiro, tanto en lo futbolístico como en lo institucional. Pero volvieron los fantasmas, volvió aquella predisposición psicológica tan negativa que parece afectar al albo cuando sale de Salta. Y terminó cayendo por 4 a 3 ante un lobo entrerriano voraz, osado e implacable, que se lo llevó por delante en una ráfaga de veinte minutos en el complemento.
El albo arrancó decidido a ganar. Y madrugó al local -a los 5' y 8'- a través de sendas conquistas de Leandro Zárate y Federico Rodríguez. Estuvo bien plantado y aguantó como pudo los embates entrerrianos sin resignarse a atacar. Luego del descanso, otra vez apareció La Chancha para marcar el tercero de una goleada que no se podía escapar.
Hasta que todo se nubló. Gimnasia quedó bloqueado ante un lobo furioso que lo tuvo en un arco. El albo se engolosinó y terminó relajándose con una goleada que le quedaba grande. Tal fue el dominio entrerriano en la última etapa que, al margen de los cuatro goles, fue Perelman el que se erigió como figura con cuatro tapadas fenomenales.
El albo volvió a besar “la lona”, tras sufrir uno de los golpes más dolorosos y difíciles de asimilar.
El capitán le puso el pecho
El triste momento futbolístico y económico de Gimnasia, que derivó en las decisiones dirigenciales de prescindir de Claudio Acosta, Gonzalo Rovira y César González, obligaron al DT Salvador Ragusa a volver a preparar como jugador a Sergio Plaza, actualmente en la función de ayudante de campo, por pedido de Ragusa y de la dirigencia. Y así lo hizo, al punto que el “Interminable” volvió a saltar al campo de juego anoche por una emergencia, en el momento de reemplazar al lesionado Diego Guidi, apenas a los 22' del primer tiempo.
El eterno capitán del albo se decidió a dejar el fútbol cuando Ragusa asumió como técnico, pero la decisión no fue fácil para el defensor. Hoy la apremiante realidad lo obliga a volver en un contexto de desprolijidad absoluta para con un referente que hizo mucho por el club. Pero Plaza ama a Gimnasia y no dudó un momento cuando le pidieron ayudar en un momento difícil y volver a calzarse los botines y poner el pecho dentro de la cancha.
Si bien la falta de ritmo de las últimas semanas le jugó una mala pasada al ayudante de campo y jugador millonario, Plaza hasta tiene muchas chances de ser titular en el clásico que se viene con Juventud Antoniana. Su presencia dependerá de la recuperación de Guidi, que será evaluado mañana para determinar si llegará o no en condiciones al último clásico del Argentino A del 2013.
Se juega viernes o domingo
El clásico entre Gimnasia y Tiro y Juventud Antoniana, que se disputará en el Gigante del Norte, aún no tiene día ni horario. La dirigencia millonaria pretende hacer disputar este encuentro, trascendental para ambos equipos salteños, el próximo viernes; aunque la intención deportiva de ambos protagonistas es la de jugar el domingo por la tarde. Los albos arribarán hoy a Salta luego de un viaje extenuante vía terrestre de 1.400 kilómetros; mientras que el santo jugará hoy y tampoco tendrá demasiado margen de recuperación para disputar un clásico dentro de 96 horas.
Cabe señalar que el gran duelo salteño entre albos y santos contará con la presencia de hinchas visitantes.