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Cómo promover desde la escuela el consumo de agua

Martes, 12 de noviembre de 2013 02:12
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La ingesta de líquidos cobra una gran relevancia en el marco de un plan integral de nutrición saludable, ya que, en la infancia es cuando se afianzan los hábitos. Sin embargo, en promedio, los niños en edad escolar en Argentina ingieren 208 calorías cada día a través de bebidas e infusiones con azúcar, lo que equivale aproximadamente 8 sobrecitos de azúcar diarios. Por lo tanto, es muy importante desde la escuela intentar un cambio de hábitos y estimular la ingesta de agua.

“En la actualidad, vemos que el hábito sencillo y saludable de beber agua no está instalado en la población, y mucho menos en los más chicos”, afirmó la doctora Rosa Labanca, médica nutricionista universitaria y directora del Centro de Docencia, Asistencia e Investigación de la Sociedad Argentina de Obesidad y Trastornos Alimenticios (Saota).

“Es sabido que los buenos hábitos instalados durante la infancia y la adolescencia acompañarán a niños y jóvenes durante toda su vida. Para ello, es muy importante el trabajo conjunto de padres y escuela, adonde los niños pasan muchas horas diarias, además del compromiso gubernamental y empresarial para promover salud” agregó la doctora Labanca.

Intervenciones en escuelas

Trabajos realizados muestran que se puede estimular hábitos saludables con intervenciones en las escuelas. En particular, han demostrado ser más efectivas aquellas iniciativas que se extendían en el largo plazo y las que se acercaban además al núcleo familiar.

Según reconoció la doctora Labanca, “las intervenciones escolares han demostrado mejoras sobre conocimiento de salud y los comportamientos saludables asociados”. En un metaanálisis de intervenciones de este tipo focalizadas en obesidad infantil publicadas entre 1995 y 2007 se vio que los programas a largo plazo son más efectivos que los de corto plazo.

Inclusive, una investigación realizada en Alemania evaluó varios colegios, instrumentando cambios de hábitos que incluyeron la colocación de bebederos, clases especiales y un trabajo con padres, maestros y directivos de las escuelas, demostró que al aumentar el consumo de agua, disminuyó el riesgo de sobrepeso en los niños un 31 por ciento.

Haciendo este análisis, y considerando la situación en Argentina, agregó Labanca, “aquí existe un programa educativo que trabaja muy bien para mejorar hábitos en chicos sobre el eje de la hidratación; se llama Mamá Papá, ­Prefiero Agua!”.

Este programa está destinado a niños de 5 a 8 años e involucra tanto a la escuela como a las familias fomentando la ingesta de agua. Es implementado a través de programas de capacitación continua a docentes de escuelas públicas y privadas.

 

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