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La madrugada del 10 de febrero de 2010 Wanda Taddei esperaba que su marido, Eduardo Vásquez, llegara a casa. Había ido a ensayar con la banda... pero las horas pasaban y la incertidumbre crecía. Wanda sabía que esa era una de esas noches de “pendejas, alcohol y fasos”. Mandó a dormir a sus hijos y continuó esperando.
Cuando llegó el roquero, comenzó la discusión, los reproches y los manotazos ... el resto ya es historia: una botella de alcohol, un encendedor, cigarrillos y Wanda con el 60% del cuerpo quemado.
Pasaron 11 días terribles y trágicos días hasta que llegó el peor desenlace: Wanda murió producto de la gravedad de las quemaduras.
Vásquez, su marido y su asesino, no es un hombre común: es músico, baterista de la banda Callejeros, aquella que fue encontrada responsable por la justicia del delito de “estrago doloso” que costó la vida de 194 jóvenes en la discoteque República de Cromañón y que, paradójicamente murieron también como consecuencia del fuego.
Una pareja enferma
Wanda tenía 29 años y dos hijos de un matrimonio anterior. Se habían casado en 2008. En el brindis, ella dijo: “Ahora nadie nos va a poder separar”, en clara alusión a la oposición de su padre Jorge Taddei, quien nunca estuvo de acuerdo con esa relación.
Eduardo y Wanda habían sido novios en la adolescencia, pero por la presión de su padre a quien no le gustaban las amistades ni el ambiente en que se movía el baterista, la relación se terminó.
Pero el tiempo los unió ya siendo adultos y decidieron casarse. Los padres ya no podían oponerse.
Hogar violento
El hogar de los Vásquez era un lugar violento. Los hijos de Wanda le tenían miedo y tenían claros trastornos de conducta en la escuela, razón por la que habían llamado al padre de los niños. Pero Wanda se encargaba de ocultar los hechos. En la vida de Eduardo el alcohol y las drogas eran moneda corriente, pero a esto se le sumaba otro trauma: “Pánico a la oscuridad”, secuela que le quedó desde la tragedia de Cromañón. Wanda, que era celosa y obsesiva, esa trágica noche lo llamó 27 veces y le dejó 10 mensajes. El, apagó el celular.
Cuando Vásquez llegó a la casa que tenían en Mataderos, comenzaron a discutir. Ella no le permitió permanecer en el dormitorio, por eso él se acostó en el sofá del living. En algún momento Wanda apagó la luz. Según las palabras de Vásquez, trató de controlar su pánico con la respiración, pero no le dio resultado.
Según la versión del baterista, ella apareció con una botella de alcohol con la que intentó golpearlo y en el forcejeo ambos se mojaron. Dijo que cuando él dio una pitada a un cigarrillo, él se prendió fuego y Wanda, al querer ayudarlo, se quemó también.
”Me quedé congelado”, declaró, en un primer momento, al decir que no pudo reaccionar para ayudar a su mujer. Pero, finalmente la trasladó al hospital Santojanni con el 60 por ciento de su cuerpo quemado. El 21 de febrero murió después de 10 eternos días de agonía.
Los peritos
Sin embargo, los peritos que declararon en el juicio, contradijeron al imputado al afirmar que Taddei resultó quemada “por la llama de un encendedor” y que cuando ésto sucedió la joven “se encontraba sentada” en el sillón de la casa. Además afirmaron que las lesiones que presentaba la víctima no eran compatibles con el "sacudón” de líquido combustible.
El abogado de la familia de Wanda, solicitó condena perpetua, por considerar que actuó con alevosía. En tanto el defensor pidió que se le otorgue el beneficio de la duda y se lo absolviera.
Finalmente fue condenado a 18 años de prisión.
La condena
En este caso que marcó un antes y un después en la lucha contra la violencia de género, los jueces del Tribunal Oral Criminal 20, integrado por Luis Fernando Niño, Pablo Gustavo Laufer y Patricia Mallo, consideraron al exbaterista de Callejeros penalmente responsable del “homicidio calificado por el vínculo, atenuado por el estado de emoción violenta”.
Pesaron fuertemente las pericias psicológicas, sus problemas de consumo de drogas, los esfuerzos por superarlos y el informe socio ambiental que actuaron como atenuantes en la condena.
Esto, por supuesto, generó una gran polémica que todavía no ha terminado.