Un equipo de científicos descubrió una zona de 200 kilómetros de diámetro en Australia donde habría impactado un gigantesco meteorito hace alrededor de 360 millones de años, afirmó ayer uno de los miembros del grupo de especialistas.
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Un equipo de científicos descubrió una zona de 200 kilómetros de diámetro en Australia donde habría impactado un gigantesco meteorito hace alrededor de 360 millones de años, afirmó ayer uno de los miembros del grupo de especialistas.
El meteorito medía entre 10 y 20 kilómetros de diámetro, declaró a la AFP Andrew Glikson, profesor invitado de la Universidad Nacional australiana.
“Es un hallazgo”, añadió, refiriéndose a este impacto en la cuenca de East Warburton, en el sur de la isla de Australia.
“Lo realmente impresionante es la extensión de la zona impactada. Un mínimo de 200 kilómetros de diámetro, lo que lo convierte en la tercera mayor superficie en el mundo”, impactada por un cuerpo celeste.
Zona con anomalías
Glikson dijo que había empezado a estudiar el terreno después de que otro científico le enseñara muestras con anomalías microestructurales.
“Después de esto, pasé meses en un laboratorio haciendo pruebas bajo microscopio, para medir las orientaciones de los cristales, y constaté que estas rocas llevaban la marca de un impacto extraterrestre”, añadió el científico durante su exposición ante sus pares, que lo escuchaban con suma atención.
“Se trata de un asteroide de al menos 10 kilómetros de diámetro”, cuya caída sobre la tierra habrá tenido “impacto no sólo regional, sino mundial”, precisó.
El asteroide, convertido en meteorito tras tocar el suelo, provocó un inmenso cráter actualmente recubierto de una capa de 3 mil metros de sedimentos.
Nubes gigantescas
Al caer, seguramente provocó gigantescas nubes de humo y de vapor que, según Andrew Glikson, cubrieron la Tierra.
Los asteroides de este tamaño colisionan con nuestro planeta una vez cada decenas de millones de años.
La información cobró mayor interés en estos días luego de que un meteorito impactara una ciudad en Rusia, cerca de los Urales, llamada Chelyabinsk, provocando algunos heridos y miles de vidrios de ventanas y puertas rotas a causa de la fortísima onda expansiva del ruido que hizo al caer a tierra.
Los científicos del mundo afirmaron, sin embargo, que el meteorito explotó antes de tocar el suelo y eso provocó el ruido destructor.