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Alegría. Sorpresa. Lágrimas de emoción. Y un tema ineludible entre amigos, familiares, turistas y hasta desconocidos. La plaza 9 de Julio fue una síntesis de la sensación que generó en Salta la elección del cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio como el nuevo papa Francisco.
Como en la fiesta del Milagro, la sirena de El Tribuno fue la señal de que algo importante estaba sucediendo. Quienes no seguían los entretelones de lo que ocurría en el Vaticano, recibieron la gran advertencia desde las oficinas de Zuviría 20, acerca de que “habemus papam” y es argentino.
“Es una emoción muy grande”. La frase se repitió una y otra vez, como si pasara de boca en boca. Lágrimas, risas y hasta orgullo nacional y latino envolvió el corazón de la ciudad, justo en la hora durante la cual la actividad vuelve a tener vida y las calles se llenan de peatones y vehículos.
Bocinazos, banderas argentinas y papales y un grupo de fieles que llegaron de distintas parroquias y vicarías de la capital se agolparon en menos de una hora frente a la Catedral Basílica, en el mítico edificio que alojó en 1986 al único papa que visitó Salta: Juan Pablo II.
En el mapa salteño
En localidades del interior la algarabía también se sintió. En Rosario de Lerma, tras la elección de Francisco, hubo bocinazos, repicaron las campanas en la Iglesia Santa Rita y la gente que salió a las calles con banderas papales. Una réplica de esto se vivió en Campo Quijano, mientras que en Cerrillos las campanas de la iglesia saludaron al ahora excardenal Jorge Bergoglio.
En Metán la alegría fue especial porque coincidió con los festejos patronales. A las 21, los fieles fueron masivamente a misa en la parroquia San José, desconociendo la persistente llovizna que caía en la ciudad.
Rosario de la Frontera vivió su propia fiesta. En la misa de la tarde, en la parroquia Nuestra Señora de Rosario, el pueblo mostró su emoción. Tras la bendición de despedida, una caravana de medio centenar de autos recorrió el microcentro a pura bocinas y banderas flameando.
En Tartagal hubo festejos en los dos colegios de la comunidad franciscana, el Santa Catalina de Bologna y el San Francisco. No era para menos, tras la elección que hizo Bergoglio del nombre que llevará durante su papado. No hubo caravanas, pero la iglesia estuvo repleta en la misa de la tarde.
En Orán la alegría en las casas y las calles fue evidente, aunque no hubo ninguna convocatoria, extraño para la única ciudad del interior que recibió a Bergoglio, en 2009, durante un retiro de sacerdotes.
Una homilía para agradecer
Fue el vicario episcopal para la Catedral, Patricio Ocampo, quien condujo la misa de acción de gracias en la Catedral Basílica de Salta.
“Muy queridos hermanos... habemus papam”, dijo al iniciar la homilía y se le quebró la voz. Pese a los segundos de aplausos que siguieron, tuvo que hacer mucho esfuerzo para sobreponerse a la emoción. Ocampo contó que fue compañero de Bergoglio en el seminario, cuando ambos se iniciaban en la vida sacerdotal.
“Qué ejemplo maravilloso del Papa hoy, ya de entrada. No es casualidad el nombre de Francisco. Francisco es el signo emblemático de tantas cosas que en el mundo de hoy nos hacen falta: la unidad, la paz, la caridad al extremo”, aseguró el vicario episcopal ante una Catedral desbordada de fieles, como se suele ver en los tiempos del Milagro cuando la misa se escucha en el templo y también en el atrio y la calle.
Varias veces en la misa irrumpieron los aplausos de cientos de personas. Sonrisas de emoción y lágrimas se veían en decenas de caras, mientras que varias banderas papales flamearon en los asientos y en los pasillos.
El presbítero Ocampo releyó la primera lectura del día: En tiempos favorables yo te respondí. El día de la salvación yo te socorrí. Yo te formé y te destiné a ser alianza del pueblo para restaurar el país. “Providenciales palabras proféticas que hacen a la visión del papa Francisco”, afirmó.
“Esperamos una Iglesia abierta al pueblo”
Para la comunidad franciscana de Salta, la elección del flamante nombre Francisco por parte de Jorge Bergoglio, tras ser electo Sumo Pontífice, fue interpretado como una señal y un signo de la nueva Iglesia que se abre con el primer Papa latinoamericano y jesuita.
“Es tremendamente significativo porque a San Francisco le tocó vivir en el 1200 un momento histórico ya que fue el hombre que se animó a abrir la Iglesia al mundo”, dijo el sacerdote Miguel Hilal, administrador de la Catedral Menor de San Francisco.
“Esperamos una Iglesia de puertas abiertas, cercana al pueblo”, señaló, y vio una señal de esto en “lo que dijo el papa Francisco en su primera y corta homilía y en el gesto que tuvo. Dijo: Quiero una Iglesia que sea capaz de vivir en el amor, una Iglesia fraterna, más cercanía entre ustedes y nosotros. Y después el gesto de inclinarse y pedirle al pueblo de Dios que rece por él. Esto es de un hombre con una humildad profunda”.
Sobre la llegada del primer jesuita a la Basílica de San Pedro, fray Hilal destacó que más allá de esto, Bergoglio “es un servidor de Dios y un servidor de la Humanidad”.
Como sucedió ayer durante toda la tarde y noche, cuando se describía quién es el ahora excardenal Bergoglio, Hilal recordó que “en Buenos Aires, siendo arzobispo, nunca utilizó el auto oficial, se movía en tren, en subte. Iba a las cárceles, visitaba hospitales de niños. Y todos los Jueves Santos él elegía a los más desprotegidos de la sociedad y celebraba ahí el jueves sacerdotal. Esto es significativo y es para darle gracias a Dios. Esto nos ayuda a vivir, como Iglesia, un momento de profunda esperanza”.
“Lo importante es que hay mucha luz en torno a la elección de Bergoglio y mucha luz en torno al nombre que como Papa de la Iglesia elige llevar ahora”, insistió.
Al describir los últimos dos papados y el que vendrá, el administrador de la Catedral Menor recordó que “Juan Pablo II era un hombre tremendamente carismático. Benedicto XVI fue uno de los hombres más inteligentes que tuvo la Iglesia. De Francisco espero que siga manteniendo su postura de un hombre abierto a Dios y con una cercanía con el pueblo y, en especial, con los más pobres, como la que él manifestó como arzobispo en Buenos Aires”.
“Bergoglio tuvo una profunda confrontación con el poder político y él la mantuvo siempre invitando al diálogo, a la unidad nacional desde la paz. Confrontación serena desde la paz. Dios quiera que pueda tener esta capacidad para guiarnos como Iglesia”.
“Estoy muy feliz porque tenemos un nuevo Papa y es argentino. Para los salteños es muy importante porque somos la capital de la fe. Recibí esta noticia con mucha alegría, mientras trabajaba. Este es un momento histórico para nuestro país y para todo el mundo”.
Silvia Farfán
“Soy de Buenos Aires y justo me tocó estar en “Salta la linda” en este día tan emocionante. Por suerte pude compartir este momento con una familia amiga y vivir desde acá esto que para mí, como para mucha gente, será inolvidable. Sentí una alegría inmensa cuando me enteré que el Papa era Bergoglio”.
María Victoria Vilche
“¡Que profunda emoción! Debemos acompañar a nuestro nuevo Papa desde la oración. Jorge Bergoglio tiene una propuesta pastoral que dará inicio a un camino de nueva evangelización. Yo lo viví con mucho gozo y casi sin poder creerlo. Este es un momento muy significativo”.
Karina Castillo
“Es la fuerza que necesitamos en este momento porque son tiempos difíciles socialmente. Nos hace falta más oración. Estaba con mis nietos cuando dijeron que ya había Papa. En mi familia, todos lloramos de profunda emoción cuando vimos el anuncio. Es muy grato haber vivido esto a mis 76 años”.
Francisca Aranda
“No esperaba que el Papa sea argentino. Mi alegría es inmensa. Y también es un mensaje para nuestro país, para bajar la inseguridad, la violencia, el maltrato. Como joven espero que Bergoglio trabaje por la unión de la familia, porque los jóvenes se vinculen más al estudio y a su familia”.
Gastón Cepurbeda
Bruno Giménez