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­Habemus papam!

Lunes, 18 de marzo de 2013 23:49
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Estas palabras -aunque dichas en latín, conocidas por todos los fieles gracias a la información periodística- resonaron claramente en la plaza de San Pedro, en Roma, luego de muchas horas de tensión, no solo para los que se encontraban en ella, sino para toda la cristiandad, pendiente de la elección del sucesor de Pedro. Pronunciadas por el cardenal decano (el de mayor edad entre los demás), resonaron lentamente, pero con firmeza a pesar su impedimento de salud, trasmitiendo una gran alegría compartida por los presentes y por los que seguíamos la ceremonia en televisión.

Luego de la sede vacante, producida por la renuncia de su predecesor, la fórmula “­Tenemos un papa!” señaló el final de esa vacancia.

Hoy, a pocas horas de ese hecho trascendental, es mi deseo homenajear, desde esta página y desde el análisis de algunas palabras relacionadas con ese hecho, a su santidad Francisco, el primer papa americano y argentino, haciéndome eco de la algarabía de mucha gente que comparte esta noticia fenomenal, no solo para nuestro país, sino para todo el mundo, de acuerdo con los primeros pasos, palabras y acciones del mismo que trascendieron gracias a la labor periodística. En efecto, los signos de humildad, sencillez, pobreza y consagración a su trabajo, en forma incondicional, que trascendieron en estas primeras horas de su papado, lo pintan de cuerpo entero pero, además, adelantan el tipo de camino que emprenderá, como también que promoverá una profunda reforma en la Iglesia que preside, colocando a Cristo como el último objetivo, el cual parece haber estado bastante olvidado, al menos en cuanto a las acciones que deben emprenderse para imitarlo fielmente, no solo con el ejercicio de la palabra, sino sobre todo con el ejemplo.

La palabra papa

En cuanto a esta palabra, "papa', existen muchas opiniones respecto a su origen y significado. Trataré de mostrar algunos de estos -quizá los más razonables e importantes- como para esclarecer lo que trasmite este vocablo secular que no solo es pronunciado por mil doscientos millones de católicos, sino conocido por muchos millones más debido a la actividad que desarrolla en el mundo quien la lleva.

El DRAE publica, en su última edición, tres acepciones. De ellas, la segunda corresponde a la originada en el quechua, la cual define a uno de nuestros alimentos más importantes, que desde América proporcionamos al mundo. La tercera, procede del latín "papa', "comida de niños', un femenino que, con una cierta procedencia onomatopéyica infantil, significa: a) coloquialmente, “tontería, vaciedad”. El diccionario latino, por su parte, la define como “voz de los niños que piden de comer”, con lo que refuerza la idea onomatopéyica. Y la primera acepción, que procede del latín "papas, papa, pappas y pappa', con los significados de “padre, viejo, sacerdote, obispo, prelado, el Papa, el Sumo Pontífice” (también deriva del griego "páppas', con igual sentido: “papá”). Para el DRAE es: “m. Sumo pontífice romano, vicario de Cristo, sucesor de san Pedro en el gobierno universal de la Iglesia católica, de la cual es cabeza visible, y padre espiritual de todos los fieles”. Lo interesante es que, en una acepción especial, "papa negro' es el nombre coloquial que se le da al superior general de los jesuitas. Esto podría dar lugar a que algunos interpretaran que, en este caso, tal significado se lo aplicaran a Francisco por pertenecer a esa orden religiosa...

Por otra parte, el “Diccionario panhispánico de dudas”, de la misma Real Academia, agrega a los anteriores significados, además del principal del DRAE, “persona de autoridad indiscutible en un ámbito (...) El femenino es "papisa'. Puesto que la Iglesia católica no admite la ordenación de mujeres, con el primer sentido indicado normalmente se usa solo el masculino "papa'; el femenino "papisa' se emplea en referencia a la única mujer que supuestamente ha ocupado la cátedra de san Pedro (…) Pero con el segundo sentido indicado sí es normal el uso en femenino: “Es una alemana que se cree la papisa de la estética inglesa”, tal como escribe el autor argentino Mujica Láinez en “Escarabajo”.

Por fin, el “Diccionario de uso del español”, de María Moliner, añade el sentido de "papá', con acentuación aguda, a la voz grave o llana que algunos niños usan para referirse a su padre, sobre todo en la primera infancia.

Su etimología

Con respecto al origen de esta palabra, aplicada al jefe de la Iglesia universal, hay varios criterios y opiniones.

Uno de ellos afirma que, también con el sentido de "padre', el cual luego quedó fijo para referirse a los sacerdotes o curas que reciben la ordenación eclesiástica, se lo aplicaba a los obispos en general, en cuanto conductores de iglesias locales, organizadas en diócesis y arquidiócesis. Sin embargo, este término quedó exclusivamente para el "pater patrum' (padre de los padres), aplicado al obispo de Roma quien, con ese título, dirigía (y aún dirige) la Iglesia Universal. Tal voz tomó, del griego "páppas', el sentido de "patriarca'. Anteriormente regían a la Iglesia el patriarca de Occidente y, en Oriente, otro patriarca. Pero con el tiempo, quedó la palabra "papa' exclusivamente para el de Occidente, aplicándose al de Oriente el término "patriarca'.

Una segunda versión informa a esta palabra como un acróstico de “Petrus apóstolus princep apostolorum”, traducido como “El apóstol san Pedro, príncipe de los apóstoles”, debido al nombramiento que Cristo le dio, cambiándole su nombre original de "Simón', por el de Pedro, piedra angular de su Iglesia.

Otro acróstico que se atribuye a esta palabra es: “Petri apóstoli potestatem accipiens”, es decir, “Potestad o poder recibido del apóstol Pedro”, por parte de sus sucesores.

La tercera versión reúne las dos primeras letras de las palabras “Pater et pastor”, o sea, “Padre y pastor”.

Personalmente se me ocurre -parodiando esta última opción- que el actual papa Francisco preferiría unir, según lo testimonian las primeras experiencias que nos ha trasmitido en estos días, las dos primeras letras de las palabras “Pater et pauper”: “Padre y pobre...”

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