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Hoy se cumple una semana del inicio del pontificado de Francisco, y el caudal informativo y los datos sobre los entretelones de la elección papal no menguan. Ayer fue el turno del cardenal Leonardo Sandri, otro de los argentinos “papables” que sonaban en el Vaticano para suceder al renunciante Benedicto XVI. El religioso habló de todos los temas, y cuando fue consultado sobre la designación de Jorge Mario Bergoglio como Sumo Pontífice, señaló: “Solamente a un loco puede ocurrírsele ser papa con todos los problemas que hay”. Además, salió al cruce de las versiones que lo ubicaban como parte de una operación política para evitar que el exarzobispo de Buenos Aires sea electo papa.
El cardenal, de 69 años, miembro de la curia, se río y se fastidió cuando un periodista le preguntó si estaba celoso por la elección del exarzobispo de Buenos Aires, a quien conoce desde la adolescencia.
“¿Celoso, yo? Ser loco es ser papa. Solamente a un loco puede ocurrírsele ser papa con todos los problemas que hay. Le deseo lo mejor, no le tengo ninguna bronca. Estoy felicísimo”, contestó, al hacer referencia a una Iglesia en crisis, especialmente golpeada por las revelaciones de Vatileaks -que mostró las internas de poder en la curia-, por las acusaciones de lavado de dinero en el Banco del Vaticano y por los numerosos casos de abusos sexuales en la Iglesia.
“Se trata de casos particulares, deleznables, inaceptables. Hay que saber detectar a los malhechores y erradicarlos de la Iglesia”, opinó el cardenal, y consideró que las generalización hacia todos los miembros de la Iglesia es “inaceptable”.
También dijo que “pudo haber habido” casos de lavado de dinero en el Vaticano, pero que “están en vías de ser aclarados”.
Sandri se enojó también al referirse al artículo periodístico que daba cuenta de una presunta operación del Gobierno argentino para difundir un dossier con graves acusaciones contra Jorge Bergoglio por su actuación en la dictadura militar que gobernó entre 1976 y 1983, con el objetivo de hacer naufragar su candidatura.
“No sé si la palabra bosta sea poco para describir esa nota. Nada de eso ni ha pasado por mi mano ni nada. Eso es de bajo nivel. Es absurdo. Por lo que a mí respecta es completamente falso”, se despachó. “Ni siquiera me preguntaron, ¿qué clase de periodismo es ese?”.
Sandri rechazó así una versión publicada por el diario El Cronista, según la cual participó junto con la diplomacia argentina en Italia en la distribución entre ciertos cardenales de un “dossier” con información que cuestionaba a Bergoglio. La versión fue rechazada además por el embajador argentino en el Vaticano, Juan Pablo Cafiero.
La situación en la Argentina
A la vez, Sandri consideró que “esta elección no solo significa las cualidades de Bergoglio para ser jefe de toda la Iglesia, sino el hecho de que en la Argentina ha prendido la fe, hay que gente que reza, ama, tiene diálogo, se preocupa por los que más sufren y estos son valores que ahora están en la sede de Pedro. Esta sensación es la de muchísimos sacerdotes y obispos argentinos”, aseguró el cardenal.
En relación con sus sensaciones el día del cónclave, Sandri contó que estuvo en el mismo piso que Bergoglio y que se vieron y comieron junto a los demás cardenales. “Después que fue elegido Papa, lo vi en todas las ceremonias, un día me recibió y hablamos. Lo puedo tutear, con el debido respeto”, concluyó el cardenal.
Saludos a los judíos por el Pesaj
El papa Francisco le envió ayer un telegrama al rabino de la ciudad de Roma, Riccardo di Segni, en el que felicita a toda la comunidad judía por el inicio de la fiesta de Pesaj, que se extiende hasta el próximo 2 de abril.
“Pocos días después de nuestro encuentro y con renovada gratitud por haber querido honrar con su presencia y la del resto de representantes de la comunidad judía la celebración de inicio de mi pontificado, me resulta particularmente gustoso extenderle a usted y a toda la comunidad de Roma mis felicitaciones más fervientes por la gran fiesta de Pesaj”, escribió el Sumo Pontífice.
Más adelante, apunta que “el Omnipotente, que liberó al pueblo judío de la esclavitud de Egipto para guiarlo a la Tierra Prometida, continúa liberando de todos los males y acompañando con su bendición”. Al final, el Papa le pide que rece por él, a la vez que les aseguró su oración por ellos. También le manifestó su deseo de poder “profundizar en el vínculo de estima y de amistad recíproca”.
Los judíos están celebrando desde ayer su Pascua o “Pesaj”, una de las festividades más importantes con la que recuerdan el éxodo bíblico de Egipto hace 3.500 años y se abstienen de comer pan durante toda una semana. De acuerdo con la tradición, se privarán por siete días de comer cualquier alimento leudado, ya que, teniendo que escapar a toda prisa de Egipto, no pudieron hornear el pan correctamente y tuvieron que conformarse con una masa no leudada, denominada “matzá”.