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1 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
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Seclantás, cuna del poncho salteño

Miércoles, 27 de marzo de 2013 12:41
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El “Camino de los Artesanos” se encuentra sobre la ruta provincial 42, paralelo a la ruta nacional 40 y equidistante entre la localidad de Seclantás y El Colte. En el paraje se conserva una de las más importantes tradiciones en telar criollo del país.

Deslumbra el caserío compuesto de humildes casas de adobe y techos de paja, material usado también en el pircado de corrales. La iglesia invita a rememorar olvidadas épocas coloniales. Un colorido muestrario de artesanías se ofrece a la vera del polvoriento camino que bordea el río Calchaquí.

Entre los productos regionales que se exhiben está la confección en telares artesanales de prendas únicas como el tradicional poncho salteño que rescata una cultura milenaria de los Valles Calchaquíes.

Seclantás es reconocida como la "Cuna del Poncho Salteño" y los artesanos, a lo largo de todo el trayecto, muestran orgullosos el oficio. Se confeccionan frazadas, alfombras, tapices, ponchos, fajas y telas como el picote y el barracán.

La materia prima proviene en su totalidad de la región. Lanas de llama y oveja, más las tinturas son elaboradas con sobrado oficio a la vista de los turistas.

La mayoría de los artesanos vive exclusivamente de su trabajo, el cual constituye su principal fuente de ingresos. La confección de un poncho típico salteño insume entre quince y veinte jornadas. Un artesano que se dedica exclusivamente a estas prenda, produce anualmente, aproximadamente, veinte ponchos.

Alfonso Guzmán

Entre los artesanos de El Colte se destaca como un precursor Alfonso Guzmán, el "Tero".

"Tengo 74 años, soy nacido y criado acá, en Seclantás, y conozco los oficios del telar gracias a mi padre que desde chico me enseñó los secretos", comenta Guzmán.

El telar que maneja con autoridad Guzmán tiene una sencilla estructura horizontal de palos y está ubicada a metros del camino y debajo de unas chapas que lo protegen, junto a un algarrobo, de las inclemencias del tiempo. Entre la urdimbre y la trama va dando forma con el peine a su trabajo, mientras uno de sus doce hijos ovilla, otros tiñen en agua caliente la lana para un poncho salteño y el mayor sigue los pasos del padre con humilde altivez.

Guzmán comenta con disimulado orgullo: "yo era proveedor de La Mundial, La Bola de Oro y Barquín. El Pila Escobar (integrante de los Cantores del Alba) que es pariente mío me hizo conocer. Le hice ponchos para Saravia de Los Chalchaleros, para presidentes y hasta uno para el Papa (Juan Pablo II) que vino a Salta".

A pesar de lo achaques propios de la edad, el "Tero" camina lento pero con el mismo entusiasmo que en los primeros días que estuvo al comando de un telar.

Hoy los hijos del Tero son los herederos de esta tradición y la primer nieta está dando los primeros pasos en el tradicional oficio que empieza a transitar la cuarta generación de la familia Guzmán.

Cómo llegar a El Colte

Desde Seclantas se puede avanzar por la margen oriental del río Calchaquí, siguiendo una huella precaria que llega hasta el caserió de El Colte, donde varias familias tejen en sus telares rústicos los pochos de Gemes. Por la misma senda es posible copntinuar hasta el puente de Colte, muy corto, ya que por esa estrecha garganta, corre el río Calchaquí, hasta volver a alcanzar la RN.40. Según dicen los viejos pobladores de Seclantás, esa senda era el antiguo camino calchaquí, antes que se transformara en ruta nacional Nº 40

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