¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
11°
5 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Está presa y decidió darle su riñón a una mujer que la visitó durante 13 años

Jueves, 07 de marzo de 2013 15:55
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Una salteña que está presa desde 2000 decidió donarle un riñón a una mujer de 62 años que nunca dejó de visitarla en la cárcel y ahora necesita un trasplante para seguir viviendo.

Sandra Chaves fue condenada a prisión perpetua por el homicidio de su esposo, si bien ella sostiene que es inocente y su caso está por revisarse en la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Angela Arias es una hermana de crianza de su mamá, que siempre estuvo cerca de la familia y sufre una insuficiencia renal.

Angela tiene que dializarse 3 veces por semana para seguir viviendo. No le funciona ninguno de los dos riñones y desde 2012 que está en la lista de espera del Incucai (Instituto Nacional Coordinador de Ablación e Implantes) para recibir un trasplante.

Cuando Sandra supo lo que le pasaba, decidió ser la donante. “Ella nunca me abandonó. Se mantuvo siempre con nosotros... hasta hoy sigue haciendo la cola para venir a verme a la cárcel”, relató a El Tribuno.

Angela además cuidó durante mucho tiempo a la madre de Sandra, Rosa Guantay, quien sufría un cáncer de ovarios que terminó con su vida a fines del año pasado.

Mientras otros conocidos se alejaron, Angela estuvo siempre presente y no dejó de ir al penal de Villa Las Rosas pese a los problemas de salud cada vez más complicados que atraviesa.

Aunque no hay lazos de sangre, Sandra creó con Angela un vínculo fuerte que se potenció desde que perdió a su mamá.

Ayer a la mañana, las dos mujeres se hicieron en el Incucai los estudios de compatibilidad que terminarán de definir si la donación es posible.

“Le pregunto una y otra vez si está segura, pero ella no titubea ni tiene miedo. Para mí es una hija. Nunca dudé de ella”, dijo Angela a este medio después de los análisis.

La intervención se haría en el hospital Arturo Oñativia, institución especializada en este tipo de enfermedades.

Sandra tiene 45 años y dos hijos, de 26 y 27. Pasa sus días pintando y leyendo libros de filosofía o antropología en su celda. Quiso hacer la carrera de derecho, pero asegura que los trámites burocráticos para estudiar en la cárcel se lo impidieron.

Mientras espera que se confirme la operación, hace planes para el futuro. “Quiero que Angela venga a vivir conmigo y con mis hijos cuando yo salga en libertad”, contó.

El caso recuerda al de la cantante Sandra Mihanovich, que sensibilizó a todo el país el año pasado cuando le donó un riñón a su ahijada. En los próximos días los análisis de compatibilidad dirán si la historia se repite en Salta.

El marco legal para la donación

La Justicia autorizó que Sandra Chaves y Angela Arias se hicieran los estudios de compatibilidad para realizar el trasplante de riñón en los últimos días.

La ley establece que debe haber un permiso judicial para la intervención cuando el donante y el receptor no son familiares.

La legislación intenta prevenir la venta de órganos y por eso pide que la Justicia verifique que se trata de una donación desinteresada.

Una vez que se realicen los análisis necesarios, la Justicia debería dar nuevamente el visto bueno para que se concrete la operación. Se descarta que este paso será simple, ya que se autorizaron los estudios de compatibilidad previos a la intervención.

Sandra Chaves y Angela Arias gestionaron los permisos de la Justicia con la representación legal de la defensora oficial civil Natalia Buira.

La decisión de hacer el trasplante ya estaba tomada desde el año pasado de acuerdo a lo que contaron las dos mujeres.

Se espera que los estudios y trámites que faltan no demoren demasiado porque podría complicarse el estado de Angela.

Las dudas en torno al caso

Sandra Chaves fue condenada por el homicidio de su marido, José Antonio González, que ocurrió en 1995. Sin embargo, ella sostiene que es inocente y plantea que la sentenciaron sin respetar las garantías del debido proceso.

Su caso llegó hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que debe revisar la causa este año para ver si Argentina se ajustó a las garantías que les corresponden a todos los detenidos.

De acuerdo a su defensa, Sandra Chaves fue condenada sin las pruebas necesarias ni la oportunidad de que el fallo se revisara.

A Sandra Chaves la representa la defensora general de la Nación, Stella Maris Martínez, y el abogado Martín Diez.
En la causa también está condenado Marcos Chaves, padre de Sandra, a quien acusan de haber cometido el homicidio en complicidad con su hija. Si bien el caso pasó por todas las instancias de la Justicia argentina, la mujer sostiene que resolvieron en su contra por cuestiones formales pero sin analizar la validez de las pruebas.

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD