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Aparentemente, Maximiliano Aybar se perfila como el reemplazante del suspendido Germán Noce en defensa, en la única variante entre los titulares del equipo de Juventud Antoniana que jugará mañana desde las 22 frente a San Martín de Tucumán, en el estadio Padre Martearena.
El equipo antoniano tiene la obligación de salir a buscar su primera victoria en el endecagonal, para saldar la deuda pendiente que tiene ante su gente tras la mala imagen que dejó en aquella derrota como local ante Santamarina de Tandil. El DT Sergio Albornoz decidió que el resto de la formación sean los mismos que empataron 1 a 1 el domingo pasado como visitante ante Sportivo Belgrano de San Francisco, en Córdoba.
Aybar, en un primer momento, participó del ensayo de fútbol que ayer el plantel santo cumplió en turno vespertino en el Honorato Pistoia. La actividad que ordenó Albornoz junto a Raúl Iturrieta y José Valdiviezo abarcó un tiempo de unos 44 minutos de un enfrentamiento entre titulares y suplentes, en la que los técnico también observaron el desempeño de Sebastián Quinteros, que aparece como otra alternativa para reemplazar a Noce.
De todos modos, Albornoz recién hoy confirmará si será Aybar o Quinteros el que ocupará la vacante que dejó el capitán Noce.
En lo que respecta a la idea de juego, Albornoz buscó encontrar el equilibrio justo en todas las líneas para poder buscar el triunfo frente a los tucumanos. Con la presencia de Aybar por derecha en la última línea se apuntó a mantener la suficiente concentración cuando el rival avanza hacia el arco defendido por Angel Pedroso.
El dibujo táctico apuntaba a buscar la sorpresa por los laterales, sobre todo por la izquierda con las escapadas de Facundo Torres, quien en una de las tantas incursiones hacia la valla contraria se dio el gusto de convertir un gol de cabeza tras una asistencia de Hugo Prieto.
El que terminó el entrenamiento del santo con un golpe en el tobillo derecho fue Enrique Triverio. Al delantero al finalizar la práctica se le aplicó hielo en la parte afectada y recibió la atención del médico Luis de la Vega, quien manifestó que el golpe no revestiría gravedad.