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Una camioneta quedó anoche prácticamente destruida por el fuego a pesar de que el foco ígneo tardó más de diez minutos de pasar de una humareda a convertirse en llamas.
Seis automovilistas se detuvieron en el lugar para prestar ayuda pero nadie tenía su matafuegos en regla, de manera que las llamas hicieron presa fácil al vahículo en instantes.
El móvil del 911 acudió en tres minutos, pero desgraciadamente su matafuegos tampoco tenía carga.
Un vecino de calle Catamarca sacó su extinguidor de su pequeño negocio pero solo sirvió de paliativo, en espera de los Bomberos.
La densa humareda comenzó a anunciar las llamas cerca de las 21.30 y poco después llegaron por fin los Bomberos de la Provincia que intentaron apagar el vehículo con agua, lo que avivó las llamas aún más.
Decenas de curiosos se preguntaban por qué los Bomberos carecen de espuma química o extintores para este tipo de incendios, pero la pregunta nadie la pudo contestar.
Edgar Barboza, propietario de la pick up Chevrolet Blazer dominio RKL 721, de color rojo, solo atinó a decir: “No lo pude apagar cuando era sólo humo; después, sin elementos, ya fue imposible. Es increíble que nadie en esta ciudad tenga su matafuegos en regla en el automóvil. Ni siquiera yo. Qué lástima y qué llamado de atención”, se lamentó.