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Desaparición del primer arzobispo de Salta

Sabado, 25 de mayo de 2013 22:30
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Hace algo más de cincuenta años, no llamó mucho la atención la ausencia del arzobispo Tavella en los actos del 381º aniversario de la fundación de Salta. Y seguramente no se notó porque desde 1962 Tavella viajaba periódicamente a Roma por el Concilio Vaticano II convocado por Juan XXIII.

Su último viaje a Italia fue a pincipios de marzo del "63 por los trámites de la Universidad Católica. No bien regresó entonces de Roma, dio una conferencia de prensa para anunciar la próxima creación de esa casa de estudios, hecho que concretó el 19 de marzo.

Luego, Tavella dejó de participar de los actos oficiales a los que habitualmente concurría.

Como dijimos, no estuvo en el aniversario de la fundación de Salta a mediados de abril, y tampoco en los actos de recepción organizados para recibir en nuestra ciudad al Abad General de los Lateranenses, padre Joseps Soetemans. Para la iglesia local fue una visita importante ya que la última había sido en 1949.

El padre Soetemans estuvo en Salta más de 15 días participando de actos y ceremonias donde la ausencia de monseñor Tavella fue demás notoria.

Por tal motivo comenzaron a circular en nuestra ciudad, rumores referidos a la salud de Tavella. Los rumores crecieron tanto que el 4 de mayo el doctor Francisco Javier Arias, su médico personal, dijo que monseñor Tavella había experimentaba una mejoría y agregó: “Se trata de una enfermedad que lo aqueja desde hace varios años y se complicó ahora por un excesivo agotamiento físico”.

Pero ese mismo 4 de mayo se supo que Tavella había recibido la visita de Felix Remy Solá, interventor federal, y que por la tarde se rezaría una misa para rogar por la salud del prelado.

Días después, el 8 de mayo, la sobrina del arzobispo, María Ofelia Ferrari, declaró a El Tribuno que su tío seguía mejorando.

Otros hechos

Y mientras algunos salteños seguían de cerca el estado de salud del arzobispo, la comuna capitalina continuó organizando la décima Semana de Salta para mediados de junio. Este año (1963) la celebración, que iba a contar con la presencia de Falú, Ramirez y Guarany, se realizó en medio de un encarnizado enfrentamiento electoral.

En otro orden de cosas, los salteños estaban por esos días muy entusiasmados con la inauguración del nuevo servicio ferroviario de pasajeros entre Salta y Retiro. El “Cinta de Plata” uniría ambos puntos en solo 32 horas.

A nivel internacional, la prensa estaba copada por la suerte de la misión espacial Mercury Atlas 9, piloteada por Gordon Cooper. Primer astronauta norteamericano que sentó dos récords: permaneció más tiempo en el espacio que sus compatriotas anteriores; y fue el primer americano que durmió en el espacio.

Vuelta a la realidad

El 19 de mayo de 1963, los salteños tuvieron la primera noticia preocupante sobre la salud de monseñor Tavella.

Ese día El Tribuno tituló en tapa: “Es delicado el estado de salud de Monseñor Tavella”. Más abajo contó que “Sobre una mesa de la galería de la Curia, hay una nota que dice: El médico ha ratificado la prohibición de visitar a Monseñor... Más abajo otro papel dice: El estado de salud del Excmo. Sr. Arzobispo es muy delicado. Salta, 19 de mayo de 1963”. La nota concluía: “Al cierre de esta edición el estado de monseñor Tavella era sumamente delicado”.

El 20 de mayo por la tarde, el arzobispado recibió un telegrama del Papa Juan XXIII. Decía: “Augusto Pontífice invoca sobre Excmo. Monseñor Tavella, Arzobispo de Salta, asistencia celestial consuelos que le conforten dolorosa prueba, otorgándole especial bendición apostólica”. Entonces se supo que Tavella estaba en coma.

El final

El martes 21 de mayo a las 4 y diez de la tarde, murió monseñor Roberto José Tavella. La noticia circuló rápidamente por la ciudad. La sirena de El Tribuno comenzó a ulular en el techo de su vieja reacción de Deán Funes 92, y en sus pizarras ya se podía leer la infausta noticia. A su vez, las campanas de todas las iglesias de la ciudad tocaban a duelo. Minutos después, ocurrió lo mismo en los pueblos del interior gracias a la difusión de Radio Nacional y LV9 Radio Gemes.

A las seis y media de la tarde, el ataúd con el cuerpo del prelado fue depositado en la capilla ardiente erigida en la nave central de la Catedral Basílica.

Mientras tanto, frente al altar del Señor del Milagro, el padre Luis Zangrilli, -franciscano italiano y expárroco de Cerrillos- comenzaba a construir la sepultura del prelado fallecido.

Luego de tres días de velatorio, y de que miles de feligreses visitaran la capilla ardiente, tuvieron lugar las exequias y honras que concluyeron con la sepultura de monseñor Roberto J. Tavella.

Previamente, un cortejo de miles de personas acompañó los restos del primer arzobispo de Salta, por las calles perimetrales de la plaza 9 de Julio.

Tras su fallecimiento, monseñor Tavella fue colocado en su tumba al pie del Señor del Milagro, tal como había sido su voluntad.

 Exequias

En las exequias de monseñor Tavella estuvieron entre otros, los siguientes prelados: Nuncio Apostólico, Mons. Humberto Mozzoni; Arzobispo de Tucumán, Mons. Juan Carlos Aramburu; Obispo de Jujuy, Mons. Enrique Mhn; Obispo de Orán, Mons. Francisco Muguerza; y Vicario Castrense Mons. Victorio Bonamin.

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