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En el barrio hispano de Cleveland, donde fueron halladas tres mujeres que estuvieron desaparecidas una década, se habla casi exclusivamente español y todo el mundo conocía a Ariel Castro.
Tocaba el bajo en bandas de salsa y merengue. Estacionaba el autobús escolar que manejaba en la calle. Sacaba a pasear a los niños en su motocicleta. Y cuando se hizo una vigilia para recordar a dos de las jóvenes desaparecidas hace varios años, Castro estuvo presente, tocó con su banda y consoló a la madre de una de ellas.
Vecinos y amigos fueron conmovidos por el arresto de Castro y de sus dos hermanos.
En la vivienda fue hallada también una niña de seis años, que según un vecino estuvo en un parque hace una semana con Castro, quien la describió como la hija de su novia.
Israel Lugo vive en la misma calle donde fueron encontradas las mujeres el lunes y dijo que lo conmovió ver a una de ellas sosteniendo a la niña, llorando y gritando.
Los hermanos Castro -Pedro, de 54 años, Ariel, de 52, y Onil, de 50- siguen presos.
La Policía, en problemas
La Policía de Cleveland se enfrenta a críticas por no haber atendido las sospechas de los vecinos sobre lo que ocurría en la casa donde el lunes fueron encontradas las tres mujeres desaparecidas durante una década.
Un portavoz de esa fuerza negó ayer que tengan registros de llamadas al 911 de hace dos años que informan de comportamientos sospechosos en la casa de Ariel Castro, quien junto con dos de sus hermanos, Pedro y Onil, está siendo interrogado como sospechoso del secuestros de las tres jóvenes.
Nina Samoylicz, una vecina de los Castro, explicó que hace unos dos años llamó a la Policía para informarles que había visto a una mujer desnuda gateando por el patio trasero de la casa antes de que un hombre la obligara a entrar en la vivienda. La Policía pensó que estaba bromeando y no contestó la llamada.
Israel Lugo, otro vecino, aseguró que informó en noviembre de 2011 de ruidos en las puertas de la modesta casa de madera de la avenida Seymour y apuntó que bolsas negras cubrían las ventanas.
La Policía llamó a la puerta y ante la ausencia de respuesta, examinó el lateral de la casa y se fue sin extender las pesquisas.
Hallaron cadenas en la casa
Los investigadores que registraron la casa de Cleveland donde estuvieron cautivas las tres mujeres encontraron cadenas y cuerdas utilizadas probablemente para atarlas, aunque por el momento no han hallado restos humanos.
Según indicó el director de seguridad pública de Cleveland, Marty Flask, no se han encontrado restos humanos en la casa de Ariel Castro, el principal sospechoso y detenido junto con sus hermanos.
El jefe de Policía de Cleveland, Richard McGrath, indicó que se encontraron cadenas y cuerdas que podrían haber sido usadas para limitar los movimientos de las secuestradas: Amanda Berry (27), desaparecida en 2003; Gina DeJesus (23), en 2004, y Michelle Knight (32), cuyo rastro se había perdido en 2002.
“Tenemos confirmación de que estaban atadas y había cadenas y cuerdas en la casa”, indicó McGrath.
El jefe de Policía dijo que se conocerán más detalles cuando se completen las entrevistas con las secuestradas, pero adelantó que “de vez en cuando se les permitía salir al patio trasero”.
“Su estado físico era muy bueno, considerando las circunstancias”, explicó McGrath, quien consideró que no mostraban señales de malnutrición como algunos medios han informado.