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Pablo Arancibia, el juez que suplanta transitoriamente a Esteban Dubois en la investigación del homicidio de Javier Trogliero, de 35 años, resolverá en las próximas horas los pedidos de excarcelación que presentaron los defensores de Sebastián Guitián (35) y Mario del Barco (36) a comienzos de semana.
Ambos están detenidos desde el pasado 1 de junio, cuando una reunión de amigos en el barrio El Huaico terminó con uno de ellos muerto tras una sangrienta gresca que espera esclarecimiento judicial.
Del Barco tenía propuestas de trabajo en Ecuador, pero la despedida organizada en su casa finalizó con su amigo de infancia, Trogliero, desangrado en la calle pasadas las 5.30.
Juan Carlos Gómez Paz (37), otro de los invitados que tuvo esa fiesta con excesos de alcohol, póker y pulseadas, confesó que fue él quien le asestó los cuatro puntazos mortales con una navaja que portaba en su auto, un Ford Focus, pero declaró que lo hizo en defensa propia luego de manifestar que Trogliero se le había ido encima y lo estaba ahorcando en el piso.
Gómez Paz, quien según los dosajes tenía el doble de alcohol en sangre que Del Barco y Guitián, aparece hasta aquí como el más complicado de los tres detenidos. Su abogado, Fernando Teseyra, solicitó que se aparte de la causa al médico legal. Este es uno de los tantos planteos que están por resolverse en la causa.
El martes último los abogados Héctor Solaligue y Javier Latorre, defensores de Guitián y Del Barco, respectivamente, pidieron que ambos sean puestos en libertad. En los escritos se señaló que uno y otro estaban dentro de la casa cuando ocurrió afuera el sangriento desenlace del que -según sus defensores- sólo fueron testigos accidentales.
Ayer el abogado que representa a la familia de Trogliero, Darío Palmier, interpuso su oposición a los pedidos de libertad de los dos imputados e insistió con la postura de que los tres detenidos, por acción u omisión, fueron partícipes: Gómez Paz y Guitián como posibles coautores y Del Barco, como partícipe secundario.
En el escrito de oposición, cuyo ingreso fue confirmado a El Tribuno por fuentes cercanas a la causa, el querellante particular solicitó al juez que, previo a resolver los pedidos de libertad, apure las actuaciones probatorias esa parte requirió la semana pasada. Se pidió, entre otras cosas, una urgente reconstrucción de los hechos, la sábana de llamados del 911 para verificar quién hizo el pedido de auxilio la madrugada del 1 de junio, las testimoniales de ocho invitados que se retiraron de la fiesta antes del sangriento epílogo y la citación de los forenses que intervinieron en la autopsia y en otros exámenes médicos para que amplíen información sobre los diferentes tipos de lesiones que señalaron en la víctima del homicidio y dos de los imputados (Gómez Paz y Guitián).
Al respecto, Palmier sostuvo que el expediente muestra que la investigación de los hechos se encuentra recién en sus inicios y que con la producción de las pruebas ofrecidas el juez tendrá un mejor panorama para tomar decisiones con respecto a los imputados.
El abogado querellante afirmó que a la fecha solo se cuenta con los descargos de los acusados, a los que consideró “inverosímiles y falaces”.
Sobre las aseveraciones volcadas en la petición de libertad de Guitián, el representante de la familia de Trogliero sostuvo que no están debidamente acreditadas en la causa y que son, justamente, las situaciones que deben dilucidarse mediante las diligencias probatorias pendientes. Palmier dijo que hay informadas en Guitián lesiones que lo ubican como otro posible agresor.
En cuanto a la navaja, Palmier recordó que el defensor de Del Barco afirmó que su defendido nunca tuvo la intención de ocultarla, sino simplemente de apartarla para desactivar la agresión. En este punto, el querellante señaló que el acta labrada por el Departamento de Criminalística sugiere que sí se procuró ocultar el arma, ya que los policías la encontraron cubierta con tierra y en el lugar que les indicó el propio Del Barco.
“Los descargos son inverosímiles y falaces”
En su escrito, Palmier sostiene que el expediente muestra que la investigación de los hechos se encuentra recién en sus inicios y que con la producción de las pruebas ofrecidas el juez tendrá un mejor panorama para tomar decisiones con respecto a los imputados. El abogado afirmó que a la fecha solo se cuenta con los descargos de los acusados, a los que consideró “inverosímiles y falaces”.
Sobre las aseveraciones volcadas en la petición de libertad de Guitián, el representante de la familia de Trogliero sostuvo que no están debidamente acreditadas en la causa y que son, justamente, las situaciones que deben dilucidarse mediante las diligencias probatorias pendientes. Palmier dijo que hay informadas en Guitián lesiones que lo ubican como otro posible agresor.
En cuanto a la navaja, Palmier recordó que el defensor de Del Barco afirmó que su defendido nunca tuvo la intención de ocultarla, sino simplemente de apartarla para desactivar la agresión. En este punto, señaló que el acta labrada por el Departamento de Criminalística sugiere que sí se procuró ocultar el arma, ya que los policías la encontraron cubierta con tierra y en el lugar que les indicó el propio Del Barco.
La situación
Del Barco tenía propuestas de trabajo en Ecuador, pero la despedida organizada en su casa finalizó con su amigo de infancia, Trogliero, desangrado en la calle pasadas las 5.30.
Juan Carlos Gómez Paz (37) confesó que fue él quien le asestó los cuatro puntazos mortales con una navaja que portaba en su auto.
Gómez Paz, quien según los dosajes tenía el doble de alcohol en sangre que Del Barco y Guitián, aparece hasta aquí como el más complicado.