inicia sesión o regístrate.
El papa Francisco afirmó ayer que el principio de laicidad que rige las relaciones entre Francia y las confesiones religiosas no debe suponer la exclusión de la religión de la esfera social y exhortó a los políticos galos a proponer leyes que dignifiquen al ser humano o, si no, a abolirlas.
Francisco hizo estas manifestaciones en el discurso que dirigió a una delegación de parlamentarios franceses, a los que recibió en el Vaticano y subrayó que Francia es una nación en la que se miran muchos y que por ello los políticos galos deben contribuir de manera eficaz y constantemente a la mejora de la vida de los ciudadanos.
“El principio de laicidad que gobierna las relaciones entre el Estado francés y las confesiones religiosas no debe significar en sí una hostilidad a la realidad religiosa o una exclusión de las religiones de la esfera social”, dijo el Pontífice.
El papa Bergoglio señaló que la Iglesia defiende la dignidad de la persona y quiere contribuir al bienestar de la sociedad no solo en el ámbito antropológico o social, sino también en el político, económico y cultural.
Refiriéndose a los presentes, el papa Bergoglio dijo que la misión de los políticos es mejorar eficaz y constantemente la vida de los ciudadanos y que tienen que ser sensibles a sus “verdaderas necesidades”.
“Vuestra obligación es proponer leyes, enmendarlas, pero también abolirlas. Por ello es necesario infundir en ellas un espíritu, un alma, que no refleje solamente los modos y las ideas del momento, sino que confieran una calidad vital que eleve y ennoblezca al ser humano”, subrayó.
Recientemente el Gobierno francés aprobó el matrimonio entre homosexuales, en medio de las protestas de la Iglesia y una parte de la población.
Nuevo prelado
El papa Francisco designó al sacerdote italiano Mario Salvatore Battista Ricca como nuevo prelado del Instituto para Obras de Religión (IOR), lo que aleja la posibilidad de un inminente cierre del llamado “banco del Vaticano”.
De acuerdo a la sala de prensa del Vaticano, la designación (que tiene efecto inmediato) fue oficializada por la Comisión cardenalicia de vigilancia del IOR y contó con el visto bueno de Jorge Mario Bergoglio.
“En tal función monseñor Ricca desarrollará el rol de secretario de los encuentros de la Comisión cardenalicia y asistirá a los encuentros del Consejo de Superintendencia, según los estatutos de la institución”, indicó una nota. Battista Ricca, nacido en 1956 en Offlaga, provincia italiana de Brescia, es parte del Servicio Diplomático de la sede de la Iglesia católica y depende de la primera sección de la Secretaría de Estado, el organismo que se ocupa de la “política interior” del Vaticano. En Roma el sacerdote es además director de la Domus Santa Marta, de la Domus Internacional Paulus VI, de la Domus Romana Sacerdotalis y de la Casa San Benito, cuatro residencias que acogen a cardenales, obispos y sacerdotes en su paso por la capital italiana.