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Gran conmoción generó en la zona oeste de la capital salteña el homicidio de Pascual Abregú (74).
Su cuerpo sin vida, fue hallado el viernes por la tarde en el interior de su precaria y humilde casilla de madera, situada en la intersección de la avenida Luna y la calle Río del Plata, cruzando las vías del tren, jurisdicción de la comisaría 102 de La Lonja. “Yo estaba saliendo del predio. Ya había terminado de regar mi huerta que queda detrás de la casita de don Pascual. Eran las una y cuarto de la tarde. Vi que los albañiles que trabajan en la obra del frente (y señala una pequeña pared de cemento fresco con un alambrado) tocaban las palmas en lo de Pascual para dejar sus herramientas, porque todos los días las guardaban ahí a esa hora para irse a comer, pero él no salía”, relató un vecino.
“Pasó un largo rato y uno de los albañiles entró, después salió, se me acercó, me saludó y me dijo “Parece que se ha muerto Pascualito”. Yo no lo podía creer así que entré a la casa, la pieza estaba oscura y él estaba en su cama, acostado. Estaba muerto”, relató Eusebio Calzadilla (72).
Efectivos de la comisaría de la zona recibieron un llamado de alerta a las 13.30 y se constituyeron en el lugar.
En el interior de la vivienda prefabricada, yacía el cadáver de Abregú sobre una cama. Las sábanas y el piso tenían manchas de sangre.
El infortunado tenía una herida de gran magnitud en la región occipital, lado izquierdo, causada, aparentemente por un elemento contundente.
Intervino en el caso personal del CIF (Cuerpo de Investigaciones Fiscales) y un médico forense del Poder Judicial, quien examinó el cuerpo y solicitó la autopsia.
Efectivos del departamento Bomberos trasladaron el cadáver hacia la morgue del hospital San Bernardo.
La autopsia
La autopsia determinó como causa del deceso un traumatismo cráneo encefálico grave en región parieto temportal izquierdo y múltiples fracturas de cráneo.
Una de las hipótesis manejada por los investigadores y la más fuerte es la de robo, ya que la víctima subsistía mediante una pensión.
“Le dieron muerte. Lo apalearon. Lo golpearon con un palo. Todo por robarle su platita. La situación de la inseguridad es terrible. Estas personas no pueden andar sueltas por la calle”, expresó Calzadilla, al igual que otros vecinos del lugar, con gran malestar e indignación.
Las pesquisas están en manos de la Brigada de Investigaciones 1. Fuentes policiales dijeron a este medio que “estamos avocados al caso. Tenemos sospechosos. Pero hasta el momento no hay ningún detenido”.
Muy querido
Los residentes de la zona comentaron que Pascual Abregú residía desde hace 10 años en el lugar, solo. Subsistía mediante el cobro de una pensión, por lo que los investigadores sospechan que el móvil sería el robo.
“ Era un hombre bueno, muy conocido y querido. En la entrada a su casa hay una gruta de la Virgen del Carmen. Nosotros lo vimos por última vez el miércoles a la mañana”, manifestaron los vecinos.