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Con los precandidatos definidos y las listas presentadas en sociedad, los partidos arrancan ahora la campaña electoral enfrentando un electorado multifacético que muestra pocas pero claras exigencias. Mayor control y cierta inclinación por un cambio que no implique la destrucción de lo realizado por el Gobierno sino su mejoría y corrección, surgen como el reclamo social más evidente. Como contrapeso, desde el Gobierno la propuesta parece ser una renovación que traiga aire fresco al modelo.
Según algunas encuestas que se conocieron en los últimos días, el panorama electoral no le resulta favorable al Gobierno como en otros tiempos, teniendo en cuenta que está descartado que vaya a lograr el 54% de los votos que obtuvo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en 2011 cuando fue reelecta.
El analista político Jorge Giacobbe bosquejó el arranque de la actividad proselitista con algunos números: “Para nosotros, el Gobierno está midiendo 28 puntos electorales, con derrotas en Capital Federal, provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Neuquén”. Se trata de distritos que reúnen más del 50% de las bancas que están en juego en la Cámara de Diputados. El mapa no es menos sencillo en el Senado.
Con esto, está casi descartado que desde el oficialismo se vaya a insistir con el proyecto reeleccionista de Cristina Fernández, que tiene como requisito contar con los dos tercios en el Congreso para reformar la Constitución. Esto es algo en lo que coincidieron el consultor y una de sus colegas, Analía del Franco.
“¡Olvídese de eso! Esto ni siquiera es tema del Gobierno, independientemente de que sus voceros lo digan como para llenar espacio”, aseguró el analista. El resto de los partidos y alianzas tampoco tendrán una carrera sencilla: “Van a tener la gran oportunidad de presentarse de la mano de una sociedad que reclama una oposición, pero me parece que hay tanta improvisación en la oposición como en el kirchnerismo”.A partir de esto, Giacobbe remarcó que hoy “hay una demanda muy grande de cambios en la sociedad, que es lo que está generando candidatos”. Y en eso también se emparentan sus palabras con las de Del Franco: “ La gente está buscando cambios”.
Más allá de las boletas
Una de las disputas clave será en provincia de Buenos Aires, donde están en juego 35 bancas de la Cámara de Diputados.
Si las elecciones fueran esta semana, Sergio Massa, el intendente de Tigre que se escindió del kirchnerismo y ahora se postuló a diputado nacional por el Frente Renovador, tendría una victoria en la provincia de Buenos Aires, “si logra sobrevivir al tránsito de la campaña, sin cometer errores que puedan hacer cambiar al electorado que hoy lo favorece ampliamente”, sostuvo Giacobbe.
Diametralmente distinta es su mirada sobre el candidato oficialista para el mismo cargo: Martín Insaurralde. “Tiene el 55% de desconocimiento en provincia de Buenos Aires; haberlo elegido lo veo como un acto de improvisación del Gobierno, independientemente de los valores de Insaurralde, que es un chico valioso y valiente”.
La situación en cada cámara del Congreso es diferente tanto para el oficialismo como para la oposición.
En el Senado, este año se renuevan 24 bancas del total de 72. De las 24 que están en juego, 17 son del kirchnerismo.
En Diputados el mayor desafío lo tiene el arco opositor que pone a prueba 76 bancas del total de 127 que van a las urnas el próximo 27 de octubre.