Un hombre fue detenido ayer en la mañana en el puesto de control de Aguaray, cercano a la ciudad de Tartagal, después que confesara que había ingerido más de un kilo de cápsulas cargadas de cocaína y que las debía transportar hacia la ciudad de Buenos Aires donde debía hacer la descarga en un hotel céntrico, ya contratado, y entregar la mercadería a terceras personas que irían por ella.
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Un hombre fue detenido ayer en la mañana en el puesto de control de Aguaray, cercano a la ciudad de Tartagal, después que confesara que había ingerido más de un kilo de cápsulas cargadas de cocaína y que las debía transportar hacia la ciudad de Buenos Aires donde debía hacer la descarga en un hotel céntrico, ya contratado, y entregar la mercadería a terceras personas que irían por ella.
El narcotraficante, de nacionalidad argentina (40), fue descubierto por los gendarmes semblanteadores, quienes notaron en el mismo un excesivo nerviosismo en el control de rutina. Separado de los otros pasajeros fue testado por otros efectivos que localizaron una gran hinchazón estomacal, por lo que lo trasladaron hacia el hospital de Salvador Mazza donde le realizaron una placa radiográfica. Allí pudieron visualizar claramente un poco más de cincuenta cápsulas envueltas en látex, las que contienen normalmente unos veinte gramos de clorhidrato de cocaína de máxima pureza cada una.
El narco fue internado y asistido por el médico de Gendarmería Nacional, quien estuvo presente hasta la evacuación de la última cápsula, casi sobre la medianoche de ayer.
Poco después el detenido fue trasladado hacia la sede de la fuerza y prestará declaración indagatoria en las próximas horas.