inicia sesión o regístrate.
En su trabajo número 20, Sandra vuelve con la frescura de siempre y la madurez de sus años de trabajo.
Carismática, profunda y sensible, Sandra Mihanovich se presentará esta noche en la Casa de la Cultura, a las 22. La reconocida artista llega a esta ciudad en el marco de la gira nacional que la lleva a presentar su último trabajo discográfico, “Vuelvo a estar con vos”. Un disco con la calidez y espontaneidad que la caracterizan, con baladas, blues, rock, bossa, en el que estrena canciones compuestas por ella misma, su director musical Alejandro Devries, su hermano Vane Mihanovich , y recreando versiones de canciones de Caetano Veloso y Juan Luis Guerra,
En una charla exclusiva con El Tribuno adelantó detalles de su show, habló de la donación de órganos y elogió a los artistas de la provincia.
¿Cómo será el show de esta noche en Salta?
Es un espectáculo muy completo, con diez músicos sobre el escenario, con multimedia, luces, sonido. Es un esfuerzo importante. Y, la verdad, me da muchísima felicidad volver a cantar en Salta porque mi última actuación en esa ciudad fue en 2010, donde presenté el disco de Eladia (Blázquez) y “Creciendo”. Me fue muy bien y lo recuerdo con mucho cariño. En este momento, volver con un disco que se llama “Vuelvo a estar con vos”, resume lo que siento.
Tu trabajo anterior, “Honrar la vida”, es de 2009 ¿qué te motivó a rumear este disco tanto tiempo y cómo elegiste los temas, en particular los de otros autores?
El tiempo se va gestando solo, no es una decisión que una toma. Cuando volví de la gira de 2010, en el 2011 empezamos a sumar, elegir y trabajar canciones con mi banda, a preparar arreglos, estructuras, climas. Las canciones se fueron sumando en distintos momentos, “Vuelvo a estar con vos” fue una canción que Vane (Mihanovich) compuso al principio de 2011. Mi bendición la escuché por primera vez en la gira de 2010, estábamos en Neuquén, Vane había comprado el disco de Juan Luis Guerra, estábamos en una combi y dije: “qué linda, cómo me gustaría cantarla” y a “Leaonzinho” me la sugirió mi ahijada Sonsoles. El 15 de noviembre de 2010 nació León, su hijo que fue un poco lo que le enquilombizó la vida con su riñón- y me dijo: “¿viste qué lindo el tema de Caetano (veloso) que dice Leaonzinho?” Lo escuché y me pareció increíble. Lo traduje al castellano y se lo canté de regalo para ella, no era mi intención que estuviera en el disco. Pero, finalmente son las cosas que uno hace porque las siente las que van sumando las canciones de un disco y que van definiendo lo que querés cantar, lo que querés decir, cómo te sentís. Así que terminé haciendo un disco que salió en septiembre de 2012. Yo diría que tiene una actitud muy positiva, muy alegre, como de tirar para adelante. Habla de sonreír, de agradecer, de tener fe; y creo que eso es lo que a mí me fue pasando durante 2011 y 2012 y lo que me llevó a concretar este disco.
¿En qué momento de tu vida supiste que ahí estaba la clave: en la actitud positiva?
No sabría decirte en qué momento. Creo que siempre he tenido una actitud positiva, más allá de las etapas de adolescente donde todos estamos sufriendo sin parar. Siempre me ha gustado ver el vaso medio lleno y no medio vacío. Y creo honestamente que el tema del trasplante del año pasado fue como un baldazo de alegría, de gratitud y de corroborar que lo mejor es aquello que tiene una actitud positiva; que todo se puede arreglar, que todo se compone, que todo se puede mejorar si tenemos la actitud adecuada. Digo lo del trasplante porque fue muy fuerte todo lo que pasó, que nunca pensé que iba a pasar. Me metí en ese baile por una cuestión de cariño, de amor y porque lo sentí. Todo lo que trajo aparejado, el quilombo mediático, la vorágine que se generó en torno a eso fue algo totalmente inesperado y muy fuerte que, de alguna manera, tiñe y empapa toda mi vida de allá para acá, ¿no?
¿Pensás que podés ser un ejemplo para que los indecisos elijan donar?
Creo que puede servir. Por lo menos estamos hablando del tema, por lo menos hay lugar para que los miedos salgan para afuera, ¿no? Creo que eso es algo muy positivo, no sé si la palabra es “ejemplo”, pero sí puede generar algo como “mirá lo que hicieron! Y les fue bien” Pienso que es mostrar una cara de la moneda que uno tal vez ni la piensa ni la evalúa. Está bueno que así sea. Se puso sobre la mesa el tema, y eso es muy valioso.
En tu carrera grabaste dos discos homenaje: uno a Eladia Blázquez y otro a María Elena Walsh ¿te queda alguna cantante o autor en el tintero para editar un trabajo futuro?
La verdad, no lo sé. Es posible. No me he puesto a investigar. Lo de María Elena y lo de Eladia fueron situaciones muy puntuales y muy buscadas, muy elegidas. Lo de María Elena, con espectáculos infantiles que hice con sus canciones, me llevó a producir mi primer disco independiente, que fue el de Manuelita. Lo de Eladia era un proyecto largamente soñado. Tuve la suerte de conocerla, ser su amiga y estar cerca de ella. Siempre sentí que sus canciones eran valiosísimas y siento que “Honrar la vida” es un disco que reafirma mi identidad argentina, que me completa absolutamente, es un disco muy fundamental de mi discografía.
Sin duda podría hacer homenajes a otros autores, por ahí no me he detenido a pensarlos o a elegirlos. Siempre estoy pensando lo que quiero cantar, eligiendo canciones. Y sé que voy a estar hasta los últimos días con proyectos de canciones para cantar.
¿Alguna vez has pensado homenajear a autores salteños, como el Cuchi Leguizamón u otros grandes artistas?
Nunca lo pensé como tal cosa, pero no es ninguna mala idea. Así que si lo llego a concretar, te voy a tener que citar como propuesta tuya. La verdad es que Salta tiene música increíble, poetas extraordinarios. Hacer un disco de homenaje a los autores salteños me haría muy feliz. Realmente me encantaría.
¿Volverás a actuar?
La actriz siempre está un poco stand by. El eje de mi carrera siempre es la música y el cantar. Creo que los productores, de tanto en tanto, piensan en mí para algún rol como actriz, cosa que agradezco muchísimo y siempre estoy al pie del cañón. Mi amigo Pablo Culell de Underground, siempre me está proponiendo cosas. Y yo voy corriendo porque me encanta. Lo último que tuve oportunidad de hacer fue a una maestra en “Lo que el tiempo nos dejó”, que salió por Telefé y que dirigió Adrián Caetano. Fue un orgullo para mí trabajar en ese contexto. Por ahora no tengo ningún proyecto, pero mañana me puede llamar alguno y yo voy a ir corriendo, seguramente.
Hace muy poco se cumplió el aniversario de tu primera presentación como cantante: el 20 de mayo de 1976 ¿Qué se mantiene en vos de aquella Sandra que subió entonces al escenario?
Mantengo la felicidad y el placer de cantar. Más allá de que es mi profesión y mi forma de ganarme la vida, cantar me genera un placer enorme. Cuando no estoy cantando, extraño cantar. No importa en qué contexto, en qué escenario, en qué espacio, cantar sigue siendo para mí algo completamente feliz. Con el correr de los años, cantar y hacer lo que me gusta me ha enseñado a entender que soy una privilegiada, que tengo la vida que quiero tener y que esto es algo maravilloso para festejar, para compartir y para agradecer. De alguna manera, ese es mi balance en treinta y siete años que hace que canto. Disfruto cada momento. Un honor, un privilegio realmente.