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River le ganó 2 a 1 a Independiente y lo dejó a un paso de descender al Nacional B

Domingo, 09 de junio de 2013 22:20
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River acarició el cielo, Independiente comenzó a sufrir en el infierno, en una historia de ángeles y demonios. Para los de Ramón, el triunfo por 2 a 1 significó alcanzar la punta del torneo Final que ahora comparte con Newell’s (juega hoy); para los de Miguel Brindisi fue un mazazo que lo puso al filo del descenso a la Primera B Nacional. De hecho, el equipo de Avellaneda perderá la categoría hoy mismo si Argentinos Juniors le gana a San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro (ver página 9).

El millonario se adueño de este clásico disputado en el Monumental, con tantos de Juan Manuel Iturbe (21 min PT) y de Manuel Lanzini (18 min ST). El Rolfi Montenegro descontó a los 44 de la parte final, solo para decorar el resultado.

Con la victoria, River sumó 32 puntos y alcanzó a Newells, que recibirá hoy al descendido Unión de Santa Fe.

 Con la derrota, a Independiente casi se le esfumó la poca vida que le queda en primera; el equipo de Miguel Angel Brindisi necesita ganar los dos partidos que le restan en la temporada (San Lorenzo de local y Colón en Santa Fe) y esperar que tanto Argentinos Juniors como San Martín de San Juan no sumen más de un punto.

 Desde la fecha pasada, cuando una combinación adversa de resultados lo dejó en estado crítico, todo parece complotar contra Independiente, que mostró buenas intenciones en el Monumental pero fue, una vez más, víctima de la cruda realidad.

La visita asumió con valentía el protagonismo durante el inicio del juego, estableció buenos circuitos en la mitad de la cancha pero falló en la zona de definición, donde dispuso solo de un delantero: el paraguayo Fernández.

Para colmo, el primer error defensivo de la tarde lo pagó con un gol en contra, en una jugada que tuvo una carambola en el área antes de quedarle la pelota servida a Iturbe.

Previo a la apertura del marcador, Hernán Fredes perdió una ocasión clarísima, con un cabezazo en el área sin marcas, pero que terminó en las manos de Barovero.

River, de funcionamiento imperfecto, se vio favorecido por el nerviosismo del rival. En ese delicado contexto, Fredes, Montenegro y Leonel Miranda fueron los que mostraron mayor frescura para abstraerse. El propio Miranda también contó con una oportunidad de gol pero su definición elevada fue abortada por Barovero.

El ánimo de Independiente se apagó con el transcurso del partido y durante la segunda parte se cristalizó la sensación de historia irreversible.

Con clima festivo en las tribunas locales, el clásico se consumió con un River especulativo, preocupado por jugar lejos de su arco y la impotencia de un adversario psicológicamente abrumado. En ese escenario, no extrañó que llegara el segundo tanto millonario. Una contra nacida en los pies de Ariel Rojas con un magistral pase en profundidad y el posterior desborde de Iturbe por derecha antecedieron a la gran definición de Lanzini para la ampliar el marcador. El enganche de River la puso en el ángulo.

Casi se suspende


Los hinchas de Independiente, despojados de toda esperanza tras el gol de Lanzini, intentaron detener el partido arrojando asientos al vacío y rompiendo el alambrado de la bandeja donde estuvieron ubicados.

Laverni manejó la situación con corrección y dejó seguir el clásico, que se jugó al ritmo del "ole" del público de River hasta el agónico descuento de Montenegro.

El tiempo adicionado mostró un equipo visitante con dignidad para la búsqueda del milagro. 
 

El Pelado se puso nervioso y lamentó lo del rojo

Ramón Díaz celebró la victoria de su equipo ante Independiente, que le permitió llegar a la punta y remarcó que en una instancia definitiva los jugadores de River “se la están bancando muy bien.

“Sobre el final, Independiente nos complicó y yo estaba nervioso”, admitió el Pelado, “porque se venían y nosotros no lo pudimos liquidar en los contraataques que tuvimos. Pero el equipo se la está bancando muy bien”, rescató Ramón Díaz en conferencia de prensa.

“El equipo está en una instancia final y nos pone muy contento que los atacantes conviertan. Queremos pelear hasta el final. No se olviden de que estoy hace poco, por momentos se juega como yo quiero pero hay cosas por corregir”, agregó el riojano con un toque de autocrítica. Es que River ganó con lo justo.

El DT luego volvió a respaldar a Rogelio Funes Mori, quien hace tres partidos no marca. “Hizo un partido fenomenal. Todo lo que trabajamos y necesitábamos de él, lo hizo. Estoy muy conforme. Entiendo que la gente le exija goles pero hay que tener paciencia, tiene que seguir creciendo”, indicó.

“Intentamos presionar desde el inicio atacando y de convertir un gol porque el empate no le servía a ninguno. Estuvimos algo tensos pero trato de transmitir tranquilidad y mi experiencia. Se pudo resolver rápido pero sufrimos hasta el final”, analizó.

Díaz ya acumula 39 partidos invicto en el estadio Monumental. De este modo igualó la segunda mejor racha de la historia que hilvanó José María Minella en 1958.

Por otra parte, el Pelado, ex DT de Independiente (2011), lamentó la delicada situación del conjunto que ahora dirige Miguel Angel Brindisi. “Es un momento difícil y complicado. Le duele a los hinchas y a lo que no son hinchas, es un club que tiene mucha historia. El fútbol es así. Le deseo una pronta recuperación”, manifestó.

“Ganar como sea”

Por su parte, Manuel Lanzini, autor del segundo tanto millonario, justificó la victoria porque “salimos a buscar en todo momento; ellos también. Sabíamos lo que queríamos y lo conseguimos; pero no nos podemos relajar”, advirtió el enganche.

El lateral volante de River Leonel Vangioni resaltó la victoria sobre Independiente para seguir en carrera por el título, sin detenerse en las formas del juego. “Hicimos los goles que había que hacer y teníamos que ganar como sea. No sé si se jugó bien sino que había que ganar y se ganó”, dijo Vangioni.

En el mismo sentido, el defensor manifestó que fue clave haber ganado una de las tres finales que le quedan a River en la carrera por el título. “Sabíamos que iba a ser un partido duro por lo que ellos se jugaban. Por eso fue uno de los triunfos más importantes por la pelea del torneo”.
 

Brindisi apeló al River de 2011 para consolar al hincha

Independiente descenderá hoy a la segunda división del fútbol argentino, por primera vez en sus 108 años, si Argentinos Juniors le gana a San Lorenzo como visitante en el cierre de la 17 fecha del torneo Final.

La derrota frente a River dejó al equipo de Miguel Angel Brindisi a expensas de un milagro para seguir en primera.

De hecho, Miguel Angel Brindisi mostró cierta resignación al recordar, de manera inmediata, lo que le pasó a River en 2011: “Hace un año y medio estaba en la segunda categoría y hoy ostenta la posibilidad de pelear un tí tulo”.

De este modo, el DT de Independiente trató de consolarse, aunque por otra parte trató de mantener la esperanza y la entereza: “Uno tiene que hablar de la realidad por más cruda que sea pero no vamos a bajar los brazos. Es lógico que haya dolor y tristeza pero a partir de mañana vamos a volver al trabajo renovados”, manifestó.

“Los jugadores entregaron todo, no se guardaron nada, desde el más experimentado hasta el más joven. Tuvieron la personalidad de jugar de igual a igual. Y obviamente tiene que haber un dolor, pero hay que reponerse. Será un tiempo de mucho análisis y de cosas para dar vuelta. La historia de los 104 partidos anteriores no la sé”, sostuvo Brindisi, quien asumió en lugar de Américo Gallego en la fecha 10.

Independiente puede descender hoy e incluso, si elude la pérdida de la categoría con un favor de San Lorenzo, el presente deportivo del Rey de Copas exige una difícil combinación de resultados para garantizar la permanencia: debe ganar los dos partidos que le restan en la temporada (San Lorenzo, de local, y Colón en Santa Fe) y esperar que tanto Argentinos como San Martín de San Juan no sumen más de un punto hasta el final.

De consumarse su descenso, Independiente será el cuarto grande del fútbol argentino en perder la categoría luego de San Lorenzo (1981), Racing Club (1983) y River Plate (2011).

En sus 108 años de historia, el equipo de Avellaneda sólo conocía la gloria por su nutrida vitrina de títulos: 14 locales, 7 copas Libertadores, dos Intercontinentales, tres Interamericanas, dos Supercopas, una Recopa y una Copa Sudamericana. Hoy puede escribir su peor capítulo de su historia.

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