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En un partido vibrante y cambiante, Newell's se aprovechó de la fragilidad de la última línea de Boca y revirtió un marcador adverso con dos golazos de Víctor Aquino.
La lepra dejó la marca en el torneo pasado, aumentó la herida eliminándolo de la Copa Libertadores y ayer sacudió la Bombonera con un 3-2 electrizante ante un rival que arrancó el partido para el aplauso, pero lo terminó con una derrota que pegó muy duro en los hinchas.
El equipo de Carlos Bianchi mostró un fútbol de alto vuelo en los 10 minutos iniciales y en ese lapso se puso arriba en el marcador, a partir del gran trabajo de Juan Román Riquelme. A los 5 minutos, Blandi puso el 1 a 0 luego de una gran jugada colectiva. Pero Newell's llegó al empate sobre el cuarto de hora con una fórmula que iba a repetir a lo largo de toda la noche: volcando el juego hacia la izquierda de su ataque. Casco apareció para recibir el envío de Bernardi a espalda de Leandro Marín y definió con precisión.
Entre los 15 y los 30 minutos se vio lo peor de Boca: endeble en defensa (floja labor de los cuatro del fondo), sin reacción en la mitad de la cancha y sin fútbol en ataque. Pero en el peor momento del xeneize llegó el golazo del Cata Díaz, a la media hora de juego, para establecer el 2 a 1.
Lejos de consolidar su juego o mejor dicho afianzarse en defensa, el equipo de Bianchi falló varias veces más en el fondo.
El comienzo del segundo tiempo fue letal para Boca: en apenas 5 minutos Newell's le dio vuelta el marcador con dos golazos de Aquino.
En el primero (1m.), el 2-2, definió con sutileza tras un centro de Víctor Figueroa. Enseguida llegó el 3-2 para la lepra cuando Aquino metió un cabezazo al ángulo izquierdo de Orión. En ambas jugadas falló el Cata Díaz, quien estuvo mejor en ataque que en defensa. Después el partido se hizo de ida y vuelta. Los de Bianchi fueron con todo en búsqueda del empate, pero sin ideas. En definitiva, Boca tuvo dos caras: bien del medio hacia adelante y de terror del medio para atrás.
Bianchi: “Pagamos muy caro los errores”
A raíz de los dos goles recibidos en tan solo cinco minutos de comenzado el complemento, tras ir en ventaja 2 a 1, el DT de Boca, Carlos Bianchi, esta vez no ocultó su malestar: “El equipo no jugó mal, se jugó mejor que contra Belgrano, pero hubo desatenciones defensivas que nos cuestan la derrota. Hay que seguir trabajando en la concentración, en el escalonamiento de la defensa. A veces hay distracciones que pagamos caro, como hoy”, analizó.
Respecto de la mejoría que mostró el xeneize, sobre todo en comparación con el encuentro ante Belgrano, el Virrey respondió: “Los jugadores se encontraron mejor, ante un equipo que es menos agresivo que Belgrano en el mediocampo. Pero no me alcanza haber jugado mejor, la derrota duele”. Y para terminar volvió a dejar en claro que lo que más le preocupa es poder encontrar solidez en la última línea: “Lo único que nos queda es eso, seguir perseverando y buscar la concentración al máximo. Si le damos la posibilidad a los delanteros a que tengan espacios, ellos lo van a aprovechar. Pienso que tenemos que ser realistas, no tenemos derecho a equivocarnos porque a los errores lo terminamos pagando muy caro y nos estamos equivocando seguido”, acotó el DT. Consultado por el partido que jugó Riquelme, expresó. “Román hizo un partido correcto, mucho sacrificio, entró más en contacto con el balón. Lo vi bien”.
La preocupación se instaló en Boca, que a partir de ahora tendrá que corregir cuestiones “de fondo”.