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28 de Septiembre,  Salta, Centro, Argentina
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VIDEO. Flavia Royón: "Esta elección es la más importante de los últimos 20 años porque define las reglas del juego de la Argentina"

Flavia Royón, candidata a senadora nacional por el espacio Primero los Salteños, visitó la redacción de El Tribuno y remarcó que Salta es "un continente en miniatura". También habló sobre sus propuestas, la grieta y el poder de las provincias.
Domingo, 28 de septiembre de 2025 00:02
La candidata a senadora nacional, Flavia Royón. Foto: Federico Medaa

Flavia Royón, candidata a senadora nacional por el espacio Primero los Salteños, visitó la redacción de El Tribuno. Durante la entrevista, remarcó que Salta es "un continente en miniatura" con todo lo que el mundo demanda -alimentos, energía y minerales críticos- pero que necesita más agroindustria y agregado de valor. Planteó que el país debe salir del "modelo pendular" que lo condena a la falta de previsibilidad, y sostuvo que la política debe ser más generosa, capaz de construir consensos y de instalar una hoja de ruta productiva a mediano plazo.

Contanos cómo estás llevando adelante la campaña. Te vemos recorriendo distintos lugares de la provincia. ¿Qué conceptos te quedan de ese recorrido?

Bueno, sí, estamos recorriendo la provincia. Ya conozco mucho la provincia por mi actividad privada y después en la pública. Mis focos son primero producción, salud, educación. Y hoy te diré que lo más importante que te piden es empleo. Uno recorre la provincia y toma conciencia de lo que es Salta. Realmente Salta es un continente en miniatura y tiene todo lo que el mundo hoy demanda: alimentos, energía, minerales críticos. Lo que nos falta es más agroindustria, más agregado de valor en nuestros granos, más producción vacuna, porcina, aviar y láctea.

¿Y cómo instalar la agenda productiva desde el Congreso cuando hoy parece estar más preocupado por las agendas financieras?

Yo creo que en realidad la agenda del Congreso hoy está más instalada en la lucha política de poder que en cualquier otro tema. Tampoco veo una agenda financiera en el Congreso, sino más bien en el Ejecutivo. El problema es que solamente está instalada esta lucha de poder, haciéndonos creer que esto es Milei o anti Milei, o en su momento la famosa grieta Kirchner o anti Kirchner. Y lo que necesita Argentina es tener una agenda a mediano plazo que sea robusta y sostenible y que también sea sostenible desde la política. Si Argentina no sale de este modelo extremadamente pendular, de un extremo a otro, nos pasa lo que hoy tenemos: no hay previsibilidad de más de uno o dos años. Entonces lo único que prospera es un negocio financiero que no conduce ni al desarrollo productivo ni a la creación de empresas ni de valor. Necesitamos un país y un proyecto serio. Y ese es el desafío: discutir un proyecto. Para eso la política tiene que cambiar, mostrar generosidad y salir de esta discusión de poder. Tenemos que dejar atrás este modelo pendular y tener una hoja de ruta a mediano plazo con consensos.

¿Y cómo se sale de esa grieta que plantea la política entre Milei o anti Milei?

Creo que desde la política misma se busca instalar que la agenda es solo Milei o anti Milei. Pero cuando uno mira a la provincia de Salta, y a otras provincias también, ve que tienen recursos valiosos. Salta tiene todo. Y hoy las provincias se están parando: lo vemos en Neuquén, en Río Negro, en Chubut, en Corrientes, en Córdoba. Es una coyuntura geopolítica donde el mundo demanda alimentos, energía y minería. Y esos recursos se encuentran en las provincias, que son sus dueñas. Entonces las provincias tienen hoy una revancha frente a un gobierno nacional cada vez más centralista. Milei quiere instalar que necesita solamente a sus representantes, que sean levantamanos del gobierno nacional, y que la única alternativa es el kirchnerismo. Lo que pasó en Buenos Aires muestra con claridad que se necesita una nueva política, porque el que no estaba de acuerdo con Milei, la única opción de voto que tenía era el kirchnerismo. Hoy el problema es de oferta política. Y los frentes provinciales son los que se están parando, como la provincia de Salta, que reclama recuperar calidad institucional en el Congreso, con representantes genuinos de las provincias y no digitados desde Buenos Aires.

Hubo muchas críticas a Pablo Outes, Yolanda Vega y Pamela Calletti porque se dice que se ajustaban a la conveniencia del oficialismo nacional. ¿Cómo va a actuar Flavia Royón ante eso?

Yo soy una profesional, con trayectoria en el sector privado y en el público. Si bien este año es mi primera experiencia electoral, ya tengo experiencia en gestión y en distintos rubros. Insisto: tenemos que instalar la discusión de un proyecto. Los proyectos de ley hay que analizarlos artículo por artículo. En algunas cosas se puede acompañar y en otras no. No podemos simplificar todo en "estás con Milei o estás en contra de Milei", porque eso es faltarle el respeto a la gente, como si no tuviera capacidad de análisis. Sí la tiene. Mi actuación en el Congreso será de defensa de los intereses de Salta, analizando cada proyecto de ley, y poniendo por encima de la discusión política lo que la provincia necesita. Estoy convencida de que Salta y Argentina salen adelante produciendo, generando empleo, con más empresas y más recursos para el Estado. No podemos perder otra oportunidad como la que hoy ofrece el contexto internacional.

Desde la lógica del sector privado que tenés incorporada, ¿qué pasa con los impuestos? Porque el empresario dice: pago tasas, ingresos brutos, impuestos nacionales… ¿cómo se puede apalancar eso?

Yo creo que hay que discutir una reforma impositiva. Ahora, las reformas fundamentales de la Argentina no se pueden discutir por separado. Tenés que discutir coparticipación, reforma impositiva, reforma laboral y previsional, todo como un conjunto. No se puede analizar la reforma impositiva sin tocar el tema de la coparticipación de las provincias. Ingresos brutos es un impuesto de los más distorsivos, lo comparto. Pero también hay que decir que las provincias tienen a su cargo salud, educación, seguridad, justicia, y sin ingresos brutos no pueden afrontarlo. Entonces, discutamos dentro de una reforma impositiva integral: qué impuestos nacionales se coparticipan, o si la provincia cambia su base imponible y coparticipa a Nación. No se puede tener estas discusiones escindidas una de la otra. Argentina necesita rediscutir toda su matriz impositiva.

Tenés expertise en minería. ¿Qué pasa con el sector? Porque venía fuerte, después por el precio del litio se estancó, y hasta hay empresas que no están tomando tanto empleo.

Lo que sucedió es una caída en el precio del litio. Hubo precios extraordinarios y hoy el valor está deprimido por diversas circunstancias. La demanda de autos eléctricos no fue la que se esperaba, pero sigue creciendo. Los fundamentales del negocio siguen firmes: la transición energética y la electrificación de la energía son una realidad y demandan más minerales. La caída afectó la exploración, que depende del financiamiento de mercado, pero los proyectos en construcción avanzan gracias al RIGI. Posco, Río Tinto y Ganfeng son ejemplos claros. La minería siempre tuvo volatilidad, pero la explotación continuará. Y no solo en litio: el mundo vive cuatro revoluciones -energética, demográfica, de seguridad y tecnológica- que demandan más minerales como cobre, litio y uranio. El mundo de la minería es el que viene, y es una oportunidad para Salta y para la Argentina.

La candidata a senadora nacional, Flavia Royón. Foto: Federico Medaa

Uno de los temas centrales de estos días fue el financiamiento de las universidades. Te toca de cerca por tu paso por la UNSa. ¿Qué opinás y qué le decís a los estudiantes?

La UNSa es una universidad de calidad extraordinaria. La universidad pública es un valor enorme en nuestro país. ¿Cuántas familias tuvieron a su primer profesional gracias a ella? Ningún país desarrollado salió adelante sin universidad, formación de profesionales, ciencia y tecnología. Soy una gran defensora de la universidad pública y de su financiamiento. Hay que garantizar becas, investigación y calidad docente. Por supuesto, también con controles y eficiencia, como ya ocurre en la UNSa, que tiene auditorías en curso. Pero la bandera es clara: hay que defender la universidad pública, su financiamiento, sus profesores y su rol en ciencia y tecnología, porque en provincias como Salta esa oportunidad es clave para la movilidad social y el desarrollo.

Cuando se lanzó el Frente, me llamaba la atención el nombre "Primero los Salteños". ¿Cuáles van a ser los principales puntos que van a ir a defender más allá de la agenda productiva? Rutas, fondos, obra pública… contanos qué tenés en mente llevar al Congreso.

El Frente se llama Primero los Salteños porque es eso: poner primero a los salteños, primero a Salta. El poncho tiene un significado, son los colores de nuestra provincia, de nuestra tierra, y es lo que hay que ir a defender al Congreso. El Senado es la casa de las provincias, cada silla que está ahí no es para un representante del gobierno nacional, sino para representantes de las provincias. Esa silla es para darle aval o discusión al gobierno nacional, y ese aval tiene que ver con defender la agenda productiva que necesita leyes sectoriales, laborales, ver cómo formalizar parte de la economía informal. Hasta los grandes referentes gremiales lo reconocieron: necesitamos una reforma laboral que contemple incentivos, como bonos de crédito fiscal para quienes incorporen nuevo personal. También en esta readecuación del Estado hay que pensar cómo reinsertar empleo público en el privado. Hay que discutir un sistema previsional sostenible y justo, porque es muy difícil llegar con 30 años de aportes a la edad jubilatoria. También revisar los regímenes especiales. Y las provincias son las que más saben, porque son las que están en contacto directo con productores e inversores. La infraestructura es clave: rutas, ferrocarriles, energía. Como secretaria de Energía trabajé en el plan de expansión del sistema eléctrico, en la línea de alta tensión en la puna que permitirá sumar energía solar, en el gasoducto Néstor Kirchner, la reversión del Norte y el gasoducto de los Valles, fundamental para los Valles Calchaquíes, Tucumán y Catamarca. Necesitamos infraestructura estratégica. En definitiva, hay tres prioridades: primero, la priorización de la obra pública y de los organismos como INTA o INTI, también en salud. Segundo, ir hacia un Estado inteligente y eficiente, que use tecnología. Y tercero, un Estado que cumpla su rol de planificación y de control en sectores regulados. Siempre digo: tanto sector privado como sea posible, y tanto Estado como sea necesario.

En tu carrera te desempeñaste en el gobierno de Milei y en el de Massa. ¿Qué aspectos positivos y negativos rescatás de cada uno? ¿Cómo fue trabajar a nivel nacional con ellos?

En los dos casos agradezco la generosidad de convocar a una persona del interior, de Salta. En los gobiernos nacionales hace falta gente del interior, no solo centralistas. Muchas veces se toman decisiones equivocadas por desconocimiento del interior productivo, y la foto suele ser solo gente de Buenos Aires. A ambos les reconozco la generosidad de convocarme.

Sobre todo varones, ¿no?

Sí, sobre todo. Justamente ahora, es la primera vez que una mujer encabeza una lista oficialista.

Un logro.

Exactamente. Y también una generosidad del doctor Gustavo Sáenz, porque me convoca. Yo no tengo una trayectoria de toda la vida en política, ni un sello nacional. Mi primer cargo público fue en 2020. Eso hace que tenga más desconocimiento que otras figuras, pero también marca un cambio. Y además, como mujer, encabezar la lista habla de la amplitud y generosidad que él tiene, que es lo que necesita la política.

¿Cómo surgió que seas candidata a senadora? Habías sido diputada electa, las elecciones habían sido en abril, y de pronto se anuncia tu candidatura. ¿Qué te convenció?

Con total franqueza te cuento lo que pasó. El gobernador no tenía pensado participar en la elección nacional. La decisión fue 24 o 48 horas antes del cierre de listas, en horas maratónicas. ¿Qué pasó? Un Partido Justicialista intervenido desde Buenos Aires por Cristina Kirchner y, en el otro extremo, la lista oficialista del gobierno de Milei, donde abiertamente dicen que es obediencia debida: levantar la mano, bajar la mano. Cuando el gobernador me llama me dice: "Tomé la decisión de presentar un frente provincial porque estoy preocupado por la Argentina, porque entiendo que esta elección del 26 de octubre es la más importante de los últimos 15 o 20 años de la democracia. Se está conformando el Congreso que va a discutir las reglas del juego de los próximos 10 o 20 años. Estos temas —coparticipación, reforma impositiva, laboral, previsional— necesitan gente capacitada, tu trayectoria puede sumar, tu capacidad de acordar y construir consensos es lo que hoy necesita Salta y el Congreso. No podemos dejar que nos hagan creer que la única posición anti-Milei sea el kirchnerismo". Con esa explicación, lo asumí con convicción y coraje. Para mí es un honor ser candidata a senadora y representar a Salta. Estoy dejando la vida en esto y comparto el diagnóstico: Argentina está en un momento muy complejo y esta elección es crucial. El gobernador apuesta a una renovación de la política, y ahí compartimos la visión. Yo priorizo el proyecto y los consensos porque no tenemos tiempo que perder.

Vos empezaste como cuadro técnico y hoy sos cuadro político también técnico. En esa transición, ¿qué cambió en vos? ¿Qué aprendiste? ¿Y qué extrañás de lo técnico?

Primero, darme cuenta de que la política es una herramienta de transformación. Con una decisión política podés beneficiar a miles o millones de personas; con una mala decisión, muchas veces por desconocimiento, podés perjudicarlos. Por eso abracé la política, porque vi en la gestión cómo desde energía o minería generamos miles de empleos en Salta, con proyectos de litio, y también cómo decisiones demoradas postergan provincias enteras. La revolución cultural debe arrancar en la política: necesitamos políticos más formados. El político tradicional suele decir "sos técnico, no político", pero lo que necesitamos es políticos preparados, que entiendan de desarrollo, salud, educación, ciencia y tecnología. Porque cada proyecto que se duerme por mezquindades políticas significa oportunidades perdidas, como la ley de GNL, la de biocombustibles, o la discusión sobre renovables. Lo que necesitamos son técnicos que abracen la política o políticos mejor formados, para transformar de verdad desde las decisiones.

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