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Juventud: un triunfo y varios aciertos

Lunes, 19 de agosto de 2013 01:53
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Sonó el despertador. Y el santo arrancó despierto. Con los ojos abiertos para edificar un triunfo ajustado, pero merecido, con errores pero también con varios aciertos.

Juventud logró una buena victoria en el inicio de un largo torneo en el que, seguramente, no todo será color de rosas. Pero ganó en el arranque y esto es importante; lo hizo con justicia, con merecimientos, aunque en el fútbol no siempre es bueno mezclar el resultado con lo que debería haber sido. Igual, tiene un gran valor por el impulso que otorga y por el rival, San Martín de Tucumán. Además, el 1 a 0 fue auspicioso: para algunos refuerzos como Emanuel Martínez, el mejor de la cancha; Luciano Córdoba, de trabajo aceptable o Rodrigo Sánchez, un desconocido “nueve” que si concreta todo lo que insinúa dejará ese rótulo rápidamente y pasará a ser un gran aporte antoniano.

Claro, el triunfo también fue auspicioso para el técnico Mauro Laspada. Era un aguerrido defensor a ahora un técnico ofensivo. Porque su propuesta táctica marcó tres hombres de punta en casi todo el partido y no es un verso. Porque sin brillar y sin tener un enganche definido, el equipo fue para adelante confiando en la firmeza de su última línea.

Es que la fuerza de una ofensiva llega muchas veces desde atrás. Y esta lectura de juego posicionó a Emanuel Martínez como figura del partido y le potenció al equipo esa característica de ir siempre al frente.

Pero eso sí: el santo no brilló ni fue una tromba. Arrancó con dudas y fue creciendo en el campo con el correr de los minutos. En la misma medida en que Ortiz y Domínguez se asentaron. Y con Sánchez, el equipo comenzó a marcar presencia en el área de Pave. El uno tucumano tuvo que exigirse para desviarle un cabezazo y luego tuvo la fortuna de que el “9” rematara muy desviado (de frente al arco y en clara posición de gol).

El crecimiento de Juventud también obedeció al mensaje que envió el Gringo Martínez desde su acierto en la marca y sus guapeadas en el campo enemigo. Como lo hacía en Central: el lateral aportó en la ofensiva y como premio pudo empujar el balón hasta el fondo del arco tras una serie de rebotes y entre una maraña de piernas sanmartinianas.

Fernández tuvo la chance del segundo tanto pero Pave lo impidió con grandes reflejos.

Después, en el complemento, dio la sensación de que Juventud podría haber hecho algo más. Pero fue retrocediendo, un poco por cansancio y relajo, otro poco por el apuro y el apriete de un rival con buenos apellidos (Parisi, Becica, Ibáñez, Tambussi, etc.) y que se sintió cerca del empate.

 

El señor de los aplausos

Arden las palmas en la platea antoniana. Y algunos se paran para aplaudirlo. ¿A quién? Al Gringo Emanuel Martínez. Sí, al entrerriano que supo vestirse de negro y supo contagiar en la otra cabecera del Martearena.

El público antoniano le brindó una gran ovación antes y después del gol. Ese mismo público que así como aplaude sabe descargar su bronca y desaprobación, se vio entusiasmado cuando Martínez frenó a los rivales tucumanos, cuando se tiró al piso para marcar y recuperar el balón, cuando trató de imitar a Maradona yendo al ataque eludiendo rivales, y cuando mandó la pelota al fondo del arco de Pave mucho más. Los antonianos terminaron de aceptar a ése que viene de la vereda del frente.

Martínez mostró su garra y sus guapeadas para llevar el balón desde su campo hasta el contrario. Así comenzó a erigirse como el más importante jugador del partido. Y lo terminó de confirmar con el tanto que marcó tras una serie de rebotes, carambola y vaya uno a saber realmente cómo es que terminó entrando esa pelota. Lo cierto es que fue gol, uno más con la casaca del santo, el tercero si se suman los de la pretemporada (le marcó uno al cuervo y otro al albo).

“Uno trabaja para que le vaya bien y para que la gente reconozca el esfuerzo, esto da mucha alegría”, confesó Martínez en diálogo con El Tribuno tras la victoria. “Personalmente soy el mismo que el que estaba en la vereda del frente”, agregó el Gringo cuidando también el detalle.

“Gracias a Dios la gente me lo reconoce, y uno siempre tiene la convicción de que le va a ir bien, esté donde esté, dando lo mejor para el equipo”, manifestó luego el defensor. Con respecto al tanto que convirtió, se mostró sorprendido: “Aunque vengo convirtiendo seguido me sorprende, se me está dando y lo tomo con alegría, pero la idea principal era ganar y que los tres puntos se queden en Salta”.

Y luego, dejando de lado su actuación personal, explicó las razones por las que el equipo retrocedió en el segundo tiempo. “Nos sentimos cómodos defendiendo, sin dar espacios y controlamos el resultados”, cerró.

 

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