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Los vecinos de Salvador Mazza reclamaron de manera unánime la destitución del intendente Carlos Villalba. Lo hicieron durante una manifestación realizada ayer al mediodía, la que se inició frente al edificio municipal y recorrió las calles céntricas. El malestar de los habitantes de la localidad fronteriza se potenció luego de que el Concejo Deliberante resolviera el domingo último concederle una licencia extraordinaria al jefe comunal como consecuencia del escándalo nacional que generó su presencia en un prostíbulo clandestino en la capital salteña. La decisión del cuerpo fue interpretada como una abierta intención de proteger al funcionario para posibilitar que dentro de noventa días pueda seguir al frente del municipio.
La expectativa de los vecinos está centrada en la decisión que tomará hoy la Cámara de Diputados, cuando se trate el pedido de intervención al municipio norteño.
Portando carteles y pancartas, los manifestantes, en su mayoría mujeres, se apostaron en la esquina de las calles San Martín y Balcarce y desde allí pidieron a viva voz la cabeza del intendente por considerar que no está en condiciones ética ni moral para continuar en el cargo. A juicio de los vecinos, la presencia de Villalba en un sitio donde se reclutaba a mujeres para ejercer la prostitución lo inhabilita para ejercer la función pública. “Urtubey, queremos la destitución”, “Urtubey, no apoye corruptos”, “Sin clientes no hay trata”, “Concejales cómplices”, rezaban algunos carteles. En los rostros de los manifestantes podía observarse desazón e indignación.
Isabel Soria, de la Red Argentina de Lucha contra la Trata y Tráfico de Personas, fue categórica en sus expresiones al señalar que “la sola presencia del intendente en un lugar donde se explota el comercio sexual, lo convierte en cómplice de este vil negocio”. Durante la recorrida por las calles, los manifestantes extendieron sus cuestionamientos a los cinco concejales que aprobaron la licencia que por el lapso de tres meses solicitó el jefe comunal para descomprimir la situación. La gente consideró que los ediles debieron haber requerido la destitución de Villalba.
En medio de la marcha advirtieron la presencia del concejal Alfredo Palacios, a quien le reclamaron enfáticamente haber avalado el pedido del intendente. Un grupo de mujeres lo obligó a que se retirara. Las críticas se multiplicaron para su pares Daniel Madariaga, Carlos Villalba, Ernesto Guanca y el presidente del Concejo, Ricardo Figueroa, quien quedó al frente la Intendencia hasta tanto se resuelva la situación de Villalba.
Estarán en la sesión de Diputados
Representantes de los distintos sectores de la comunidad de Salvador Mazza se trasladarán a la capital salteña para pedir que en la sesión de hoy la Cámara de Diputados resuelva la intervención al municipio. “Estamos recolectando firmas para avalar el pedido de la gente”, dijo el concejal Antesana. Expresó que “nosotros esperamos que la Legislatura y el gobernador tomen en cuenta el golpe que para nosotros significó que nuestro intendente haya sido sorprendido en un allanamiento a un prostíbulo”. En idénticos términos se pronunció Isabel Soria, de la red que lucha contra la prostitución y la trata de personas: “Esperamos que las autoridades tomen cartas en el asunto, porque si se le permite esto a un intendente, se está avalando el negocio de la prostitución y la trata de personas”. Cristina Cazón, dirigente radical, sostuvo que “la única manera de reparar el daño es la intervención y nosotros esperamos que los responsables de evaluar su conducta se pronuncien en ese sentido”.
Una docente, insultada por un concejal
REPUDIO | LA MAYORIA DELOS MANIFESTANTES FUERON MUJERES.
Fabiana Correa, una docente que asistió a la sesión del domingo, denunció haber sido agredida verbalmente por concejal oficialista Daniel Madariaga. “Yo fui a expresar mi repudio luego de escuchar que los concejales estaban tratando con llamativa liviandad la reprochable conducta del intendente”, dijo. Explicó que cuando le manifestó a Madariaga que “no podía defender a un inmoral”, éste la insultó con palabras de grueso calibre mientras le hacía gestos obscenos. “Como vecina me avergenza la actitud de los concejales, quienes se convierten en cómplices del proceder de Villalba”, manifestó.
Los únicos ediles aceptados en la marcha fueron Eulogio Antesana y Ricardo Ruiz, quienes en la sesión extraordinaria del domingo se pronunciaron por la destitución lisa y llana. “Villalba tuvo una conducta moral reprochable y por una cuestión de ética debió haber renunciado”, opinó Antesana. Interpretó que con la licencia que se le otorgó al intendente “se quiere tapar su mala conducta y lo que se busca es que dentro de tres meses retome el cargo. Todos sabemos lo que está pasando con la prostitución y que nuestro intendente haya sido sorprendido en un lugar donde se facilitaba y se explotaba esta actividad nos preocupa”, advirtió Gladys González, una mujer que desarrolla su actividad en el área de la salud. Dijo que “aquí estamos a cinco minutos de la frontera y con la conducta del intendente, nuestras hijas están expuestas”.
Para Cristina Exeni, de la ONG Vyace, que trabaja con niños discapacitados, la conducta de Villalba demuestra que no está capacitado para ejercer la intendencia en un municipio que está sospechado de corrupción e impunidad. “No se puede justificar al intendente poniendo como velo la figura del machismo”, sentenció. La mujer lamentó que el gobernador Juan Manuel Urtubey no haya tomado cartas en el asunto apenas se conoció la repudiable noticia. “Nosotros esperamos que la Cámara de Diputados se haga eco de nuestro clamor y que disponga la intervención al municipio”, pidió Rubén Méndez, candidato a concejal por el Partido de la Victoria.