PUBLICIDAD

Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
21 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

“Con el viento tiemblan las paredes del colegio”

Jueves, 22 de agosto de 2013 01:38
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Las aulas del anexo del Colegio Agrotécnico 3.160, de Rivadavia Banda Sur, al que asisten 40 chicos de comunidades criollas y aborígenes del paraje rural Santa Rosa, se encuentran a punto de colapsar.

Mabel Cueto, directora de la institución contó: “Las aulas son precarias, con el viento las paredes se mueven y los techos tiemblan. Tenemos miedo por los chicos. No contamos con baños y los alumnos deben ir a hacer sus necesidades al monte. El abrir el anexo en 2007 fue buena idea, pero se dilató mucho la construcción de un edificio propio. Cuando hace frío los profesores tienen que encender una fogata para calentar a los chicos”.

El poblado se encuentra a 30 kilómetros de la localidad cabecera del departamento. El anexo funciona en una casita precaria cedida en calidad de préstamo por un cacique, hasta tanto se construya el edificio propio. Allí, los chicos, la mayoría wichi, concurren diariamente tomar clases por la tarde y a los talleres por la mañana. Pero las condiciones en que lo hacen distan muchísimo de ser las mínimas, según la directora.

El anexo tiene tres aulas, pero son seis los cursos. Ante la falta de infraestructura, los chicos muchas veces toman clases debajo de un árbol.

En Rivadavia

También la institución cabecera de la Agrotécnica, ubicada en el sector urbano de Rivadavia Banda Sur, acarrea problemáticas que requieren de una pronta solución. Allí, centenares de adolescentes indígenas y criollos sueñan con recibirse de técnicos agrónomos, no solo para contar con una herramienta que les permita insertarse en el mundo laboral, sino también para aplicar lo aprendido en las huertas y en la cría de animales que sus familias mantienen para subsistir. Sin embargo, la institución, tras una larga lucha aún no consigue los fondos para generar las condiciones óptimas para el aprendizaje, como tampoco pudo acelerar la donación de un predio en el que los chicos puedan realizar las prácticas. “Somos agrónomos, a medias”, dijo un chico, un tanto resignado.

Nuevos proyectos

Un dato relevante es que dos proyectos de gran importancia para la institución fueron aprobados recientemente por el Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET), para poner en marcha un emprendimiento apícola y otro relacionado a la cría de cabras. También cuentan con un tractor nuevo, una sembradora y hasta un silo, pero carecen de un predio para hacerlos funcionar y darles utilidad. Tampoco tienen un espacio para desarrollar los proyectos antes mencionados, que corren el riesgo de quedar truncos.

La directora contó, que son dos las problemáticas que no admiten más dilataciones. Una se refiere a la falta de aulas. “Si bien en 2007 se reparó el edificio y se ampliaron algunas aulas, la matrícula crece año a año y hoy el colegio nos quedó chico. Muchos cursos deben tomar clases en el patio, al aire libre o en un salón. Es imprescindible que se construyan nuevos espacios”, dijo al docente.

Por otra parte, contar con un predio para realizar las prácticas agrícolas no es algo que puede esperar más. “Tenemos la maquinaria, los conocimientos, pero no podemos plasmarlos en el campo. También hace seis años, aproximadamente, iniciamos los trámites para que se nos transfiera en donación un predio de cuatro hectáreas fiscales ubicadas a 2 kilómetros del colegio. Pero no tenemos novedades”, explicó Cueto.

En la actualidad los chicos mantienen una huerta y una pequeña granja avícola en el fondo del colegio. Hacen lo que pueden con lo que tienen. Pero esta situación ya movilizó a los vecinos, que se quejan por la emanación de los olores propios de esta actividad, impropia para la ubicación urbana de esta institución educativa.

Recolectan donaciones


La familia Eguizábal, de Salta Capital, es ejemplo de solidaridad. Actualmente sus integrantes se encuentran recolectando donaciones para llevar a Rivadavia Banda Sur.
Lito, Omar, Cristian y Manolo solicitan la donación de útiles, juguetes, ropa, calzados, alimentos no perecederos y golosinas, entre otros, que serán entregados a la escuela 4.677, del paraje Lecheronal.
La campaña solidaria se extenderá hasta el viernes.
Las donaciones pueden dejarse en el bar del Mercado Artesanal de Salta, de 11 a 21.
La familia partirá mañana viernes a las 23.30 rumbo a Rivadavia, con dos camionetas y un minibus.
Allá festejarán el día del Niño con peloteros, payasos, un gran almuerzo comunitario y chocolateada. Compartirán una jornada especial junto a los chicos, sus padres y toda la comunidad educativa.
Cabe destacar que la solidaridad con este departamento es una característica de la sociedad salteña.

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD