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Las historias como las de María Isabel Flores se repiten a diario en todo el país. Esto no quiere decir que haya que permitirlas o hace como que no ocurren. Ayer esta joven mujer esperan en las escaleras de la Catedral Basílica - con un bebé en brazos- que se anticipe el Milagro.
María Isabel fue expulsada junto a sus tres hijos por su esposo de su propia casa, en barrio Palmeritas.
Eso ocurrió el pasado 26 de junio y desde entonces María Isabel no ha dejado de peregrinar. Esta mujer tiene una hija mayor de 14 años, que padece de colostomía, un varón de 11 años y un bebé de sólo cinco meses de vida.
Por la vida de sus hijos fue que la mujer acató la expulsión de su esposo quien además la golpeaba -por lo que tiene varias denuncias policiales realizadas-.
En aquel momento y con sus pocas pertenencias se fue a la casa de su papá, quien vive en villa Los Sauces. Allí estuvo unos 10 días. La personalidad inestable del exmilitar obligó a la mujer a buscar nuevamente un techo. Ya en julio su hermana le ofreció una pequeña habitación en su casa de avenida Costanera y Carlos Gardel. Pero las limitaciones fueron muy grandes y los problemas de la convivencia desencadenó que ayer le pidieran a María Isabel que desaloje la vivienda.
En su desesperación recurrió a Tierra y Hábitat, donde no recibió ayuda pues su titular, Diego Barreto, renunció y nadie quería decir y hacer nada. De allí se fue hasta la Catedral y se sentó con su bebé en las escaleras de la entrada.
Instinto
Junto a ella estaba sentada una señora mayor. Celia es la abuela paterna de los niños. Con todo el dolor que representa asumir la actitud que tomó su hijo, esta abuela solo pide que la Justicia responda y que los chicos regresen a su hogar.
Sin mucha información sobre el caso específico, una empleada judicial dijo que por más que sea la casa de la suegra, y por las causas que fueren, a quien le corresponde quedarse en el hogar es a la mujer y a los hijos.
Le recomendó a María Isabel (y a quien tenga un caso similar) que realice dos denuncias simultáneas. Una en la Fiscalía de Violencia de Género y otra en la Fiscalía Penal. Una abogada especializada en Familia aseguró que si la mujer tiene una denuncia realizada es porque ya el esposo fue apartado de la casa. Sucede en muchos casos que la mujer le habría “abierto las puertas” nuevamente por alguna reconciliación y allí es cuando queda sin efecto.
Mientras tanto María Isabel y sus hijos esperan alguna respuesta mientras siguen en la calle.