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La madre de dos menores de edad jujeños denunció públicamente a su exesposo a través de medios de comunicación de esa provincia después que él mismo azotara a uno de los menores hasta marcarle la hebilla del cinto en la espalda.
El violento padre quebró una orden judicial y fue hasta el domicilio de la mujer, donde golpeó brutalmente a uno de sus hijos con un cinto y lo obligó a cortarse el pelo. Lo hizo porque el muchacho estaba escuchando música preparándose para la Fiesta Nacional de los Estudiantes.
La mujer, luego de enterarse de lo sucedido, denunció al padre de sus hijos ante efectivos policiales de la Seccional 32 de Malvinas Argentinas, de esa ciudad.
Los desmanes del denunciado -“Gabriel Nicolás Angel Vargas (34)”, según detalló su exmujer-, comenzaron a ocurrir durante el 2006, por esta razón es que la jueza de familia Beatriz Josefina Gutiérrez, había ordenado una “restricción de hogar” al irascible sujeto.
La denunciante dijo “primero comenzó pegándome a mí, después se las agarró con los chicos y por esta razón varias veces lo denuncié ante la Policía y la Justicia”.
A pesar de esto, el último 9 de septiembre pasado “mi hijo estaba escuchando música con un amigo, practicando su baile para la Fiesta Nacional de los Estudiantes, y él, que vive en la planta baja de mi casa porque se declaró insolvente, subió, echó al amiguito y le pegó con el cinto, marcándole todo el cuerpo y después lo obligó a cortarse el pelo”.
La madre recién se enteró de lo que había pasado por la noche, momento del día en el que quiso bañar a su hijo y pudo observar que todo su cuerpo estaba marcado por la hebilla de un cinto.
Como consecuencia de ello “le pregunté a mi hijo qué había pasado y él me dijo que su papá le había pegado con el cinto hasta romperle la hebilla y que después lo obligó a cortarse el pelo, porque de lo contrario la golpiza iba ser peor”.
La mujer declaró ante periodistas de Policiales Jujuy, que su exesposo “siempre le pega al mayor, porque el menor lo ve venir y se va corriendo, en cambio el mayor le tiene miedo y queda inmutable y no puede hacer nada”. Así fue que a las 2 de la madrugada del domingo la madre y su hijo realizaron una nueva denuncia en la Seccional 32 y como a las 2.30 el padre fue demorado por la Policía.
“Yo soy el padre...”
Lo increíble es que cuando los efectivos policiales le preguntaron por qué le había pegado de la forma en que lo hizo a su hijo, Vargas les respondió: “Yo soy el padre y lo educo a mi forma, además él me lo va agradecer el día de mañana”.
De esa manera el violento sujeto “quedó en libertad a las 16.30 de ese mismo día”, denunció la preocupada madre.