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En seis años la inflación pulverizó los salarios de los trabajadores

Domingo, 12 de enero de 2014 03:19
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En el primer trimestre del año pasado, hubo un tendencia que permitió analizar que, al final de 2013, el salario se caía.

La inflación lo pulverizó y las paritarias 2014 serán negociadas con un telón de fondo inflacionario cercano al 30%.

Hace dos años la tendencia bajista del poder adquisitivo del salario se hizo crucial para que los gremios cuiden el poder de compra del bolsillo de los trabajadores.

Los sindicatos argumentan que si no hay salarios acordes con los costos reales de los bienes y servicios que consumen los trabajadores, bajará el consumo y, por ende, el mercado se contrae.

Algunos economistas entienden que los aumentos de salarios tienden a inflacionar los precios, creen que la recuperación tras las paritarias debe ser menor que lo negociado en los últimos años. Así se evitaría más inflación que genere, a su vez, el círculo vicioso de la emisión monetaria. Pero los sindicatos, según los distintos papers que tienen en sus mesas de trabajo, piensan todo lo contrario: es necesario corregir las desviaciones a la baja que tiene hoy el poder adquisitivo del salario que perdió más del 6% en los últimos siete meses, según datos privados.

Y como la mayoría de los grandes paritarias corresponden al sector privado, justamente es ese segmento el que más sintió la aceleración inflacionaria. Registró la mayor baja en seis años.

A las paritarias se va siempre con números que prolijamente muestran cómo el salario bajó en un determinado tiempo. Este año los gremios irán munidos de este dato: el sueldo se colocó por debajo de la inflación minorista, que trepó en noviembre de 2013 al 2,6% mensual y 26,8% interanual, de acuerdo con los datos que publican mensualmente los diputados de la oposición en el Congreso.

Los gremios para negociar deflacta los salarios, como dicen los economistas, esto es que convierte los salarios nominales en reales, o sea cuánto compra lo que un trabajador percibe por convenio.

A su vez, las cámaras empresarias no se quedan pasivas con la deflactación del salario que hacen los sindicatos. Los empresarios argumentarán que en noviembre, los sueldos de los privados aumentaron en promedio un 2,4% mensual y 26% con respecto a un año atrás. Los datos que más usa el sector empleador son los guarismos del Indec. Pero en noviembre, el poder de compra salarial presentó la quinta caída mensual consecutiva de los salarios reales del sector. En diciembre pasado la aceleración inflacionaria finalizó con una contracción del poder de compra de los privados cercana al 2%. Tras disminuir casi un 1% en 2012, es el segundo año consecutivo con salarios reales en baja.

Declina y no se recupera

La caída salarial del año pasado fue la más pronunciada desde el año 2007, cuando la inflación escaló por primera vez por encima del 20%.

Generalmente, en materia salarial lo que se pierde por el costo de vida no se recupera fácilmente, se registró en este enero, otra caída.

Es que los precios minoristas (que son los que capturan, generalmente el salario) subieron: pasaron del 3% al 4% (29% interanual).

El contexto de la inflación incluyó las alzas dispuestas en colectivos, naftas, peajes, vuelos de cabotaje y alimentos, que se agregan a factores estacionales propios del primer mes del año.

Todo esto se pone en juego en un escenario paritario.

Las negociaciones salariales no se registran sin analogías, esto es que si un sector en la puja distributiva ganó más que otro, los rezagados piden los mismos para no bajar los niveles del consumo.

Recientemente hubieron mejoras a algunos sectores de la administración pública en algunas provincias. El piso de los reclamos salariales saltó del 25% al 30% en cuestión de semanas.

Ventajas que en Argentina no se siente en los súper

Argentina, comparativamente, tiene el salario con el poder de compra promedio más alto a lo largo y ancho de la región latinoamericana. Pero esta ventaja no se siente a la hora de ir a comprar en las góndolas.

un ránking de la Universidad de Belgrano comparó las remuneraciones argentina con la llamada Paridad de Poder Adquisitivo (PPA), que establece el número de bienes y servicios que se pueden comprar en cada país con un salario mínimo. El sueldo argentino podría tener una capacidad de compra de 746 dólares en el mercado de los Estados Unidos.

A lo largo de la historia latinoamericana, las remuneraciones de empleados y obreros del país lideraron las estadísticas, debido al nivel de desarrollo económico y la fuerza del activismo de las organizaciones sindicales. Detrás del salario alto de Argentina, Chile destronó en el último tiempo a Venezuela, con un piso salarial de 411 dólares. Uruguay, por su parte, tiene un ingreso mensual mínimo de 405 dólares y aparece en el tercer lugar. Le sigue Venezuela, el caso donde se produjo el colapso del sueldo mínimo más brusco en el continente, luego de la devaluación.

Las jubilaciones mínimas

La ley de movilidad jubilatoria ha permitido, parcialmente, mejorar el poder adquisitivo de los que se retiraron de la vida laboral. Según la Anses, en diez años se triplicó el poder de compra de las y jubilaciones mínimas. En 2003 la jubilación estaba en 150 pesos y aumentó a $ 220. Entre 2003 y 2013, la jubilación mínima se multiplicó por 11, de 150 a 2.477. Pero todo es relativo. La inflación pulverizó el haber jubilatorio a pesar de los aumentos de las jubilaciones.

Hoy un jubilado se queja de los altos precios que tienen los productos no perecederos, envasados, bebidas y productos de tocador e higiene personal y del hogar". El cuadro no cambia mucho si se agregan los consumos de bienes durables. Sondeos privados indican que dos de cada tres consumidores percibe que sus ingresos perdieron capacidad de compra.

 

 

 

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