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4 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
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Expresiones salteñas y tarijeñas

Martes, 21 de enero de 2014 01:23
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Continuando con un tema anterior -que trata sobre la hermandad y semejanzas manifestadas entre la cultura de Salta y Tarija-, es mi intención destacar en este artículo algunas palabras que comparte nuestro vocabulario, o léxico, con el propio de aquella región boliviana. Para ello tomo como referencia el “Churo diccionario chapaco”, de la autora tarijeña Mirtha Villarroel Hurtado, anteriormente citado.

Tomaré, en consecuencia, algunas locuciones que figuran en ese diccionario, por el motivo de que nuestros hablantes las comparten con las propias de aquella región, aunque también podrán apreciarse ciertas diferencias en algunas de ellas.

Chapalear / chapaliar

“Chapaliar” es un verbo que, según ese diccionario, significa "escoger'; "tomar una cosa, entre otras'. Y agrega: “Dícese de las personas que escogen lo más rico de las comidas, a pesar de no tener hambre”. Esta misma voz en el “Diccionario de regionalismos de Salta”, de José Vicente Solá -allí y, en general, en el noroeste argentino- quiere decir: “Probar las comidas, bebidas, especialmente los dulces, antes de ser servidos. // Arrebatar. // Jugar con las manos o los pies en el agua. Con esta misma acepción figura en el Diccionario. Del quechua "chapllay'”. A estas acepciones, el “Diccionario de americanismos en Salta y Jujuy”, de Osán y Pérez Sáez, agrega: “Remover, sacar de su sitio lo que está en orden. // 4. Coloquial. Meter la cuchara en la olla o fuente de comida, sacando un poco para probar. 5. // Tratar muchos asuntos, sin saber demasiado ni detenerse en ninguno, o tratar de abarcar varias tareas sin seriedad”.

Analizando los aportes de cada uno de ellos, pero también con la experiencia personal como usuario, debo destacar que existen algunas pequeñas diferencias entre las significaciones tarijeñas y las salteñas. En Tarija y su región, aparentemente el sentido principal está dirigido a las comidas. En cambio, en Salta -por lo que afirma Solá en primer término- lo estuvo en el pasado, aunque ahora tienen más peso las otras dos acepciones que él informa. La forma “arrebatar” que elige Solá para definir la palabra "chapalear / chapaliar' según mi criterio no es la más adecuada para el sentido que expresa la gente. Mejor se adecuaría esta definición: “Meter apresuradamente manos para anticiparse a otros en la consecución de algo”. En efecto, la locución, originada onomatopéyicamente -en referencia al "chapaleo' de pies o manos en el agua- no es capaz de “fijar con claridad, exactitud y precisión la significación” (como expresa el DRAE) de la acción a la que se alude.

Para ilustrar más esto, el DRAE consigna, para esta palabra: “Voz onomatopéyica. Chapotear (// sonar el agua batida por las manos o los pies)”. Al definirla el DRAE como voz onomatopéyica, está afirmando que su nacimiento se debe a emisiones fonéticas que buscaron imitar el ruido del agua al ser removida. Entonces, la creación del hablante de tierras americanas, a su vez, otorgó ese “chapaleo” a acciones de arrebato de cosas por parte de personas, como asimismo a intervenciones coloquiales espontáneas de alguien que desconoce el tema del que se está hablando.

“Chape”: "beso'. Acción de besar. "Tocar con los labios otros labios en señal de amor // Beso intenso y apasionado'. El diccionario de Osán y Pérez Sáez expresa: “Masculino, coloquial. Acción y efecto de acariciarse y besarse con efusión una pareja. “Los pillé en un CHAPE impresionante, pero no se les movió un pelo””. Se aprecia que -pese a la semejanza en la significación por tratarse de un mismo campo de significado- existe entre el tarijeño y el salteño una pequeña diferencia: para ellos solo se trata del beso, según su diccionario.

Chato, che, chauchita y otras

“Chato”: "Pequeño'. "De cortas dimensiones'. El de Solá dice: “Adjetivo. Apodo muy común en Salta y que se aplica a las personas regordetas. Siempre va acompañado del apellido”. A su vez, el de Osán y Pérez Sáez: “Adjetivo coloquial. Que es anodino, sin relieve, mediocre (persona, lugar, acontecimiento). // 2. Sustantivo o adjetivo coloquial. Lo que es plano, bajo. Referido a persona, el que tiene escasa estatura”. Por fin, el DRAE informa que la locución procede del latín "plautus', “aplanado” y este del griego "plat–s' y que significa: “Que tiene la nariz poco prominente y como aplastada. // 3. Dicho de una cosa: Que tiene menos relieve, longitud o elevación de lo normal. // 4. Intelectualmente pobre, o corto de miras”. Hay una leve distinción entre los significados de los distintos diccionarios; sin embargo, el sentido general prevalece en cada uno de ellos.

“Chauchita: "Moneda'. “Dícese de las monedas chicas de plata o níquel u otros objetos que se arrojan hacia arriba a los niños que festejan un acontecimiento”. El DRAE refrenda el sentido arriba enunciado cuando apunta a los usos léxicos de Bolivia y Chile, que se refieren a las monedas. Para Argentina, en cambio, aplica: “vaina o judía verde”, pero en la acepción 8, en plural para Argentina y Chile, dice: “Escasa cantidad de dinero”. De hecho, en este país existe el dicho: “Me quedé con chauchas y palitos”, para significar que solo le quedaron unas monedas de poco valor.

“­Che!”: Interjección. "Llamar la atención a una persona a quien se tutea'. “Expresión familiar y amistosa que se usa frecuentemente', informa el “Churo diccionario”. De esta partícula también se ocupa el DRAE: “(De "che', voz con que se llama a personas y animales). Interjección. Valencia, Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay. Usase para llamar, detener o pedir atención a alguien, o para denotar asombro o sorpresa”. El diccionario de Osán y Pérez Sáez anota: “Interjección popular rural coloquial. Vocativo con que se llama a personas. Forma de tratamiento de confianza. // 2. Expresa también asombro, desagrado, sorpresa”.

“Chochear”: "Tener debilitadas las facultades mentales por efecto de la edad', en Tarija. Este verbo, en el diccionario de Solá, significa: “Estar encantado con alguien o de algo”. Del sustantivo "chochera' predica: “preferencia, afición. // Alegría, contento”. Por fin, el de Osán y Pérez Sáez: “Coloquial. Estar feliz, contento por algo o con alguien, disfrutar. Gozar”. Y, en cuanto a "chochera': “Satisfacción, alegría, felicidad. // Preferencia, inclinación, cariño especial por alguien o algo”.

En este caso es manifiesta la diferencia entre el sentido tarijeño y los del noroeste argentino. Aquel se refiere a una persona con las facultades alteradas por efecto de la edad, en cambio los nuestros son positivos y, además, alegres y divertidos.

De todos modos, es conveniente aclarar aquí que el “Churo diccionario chapaco”, en general, coloca un solo sentido o acepción, por lo que habría que distinguirlo de los otros que son más exhaustivos a la hora de analizar las diferentes palabras. Al tratarse de una obra breve, con un vocabulario reducido y específico, no ha consignado más que una única acepción, dejando de lado otros comentarios y aplicaciones propios de un diccionario. Por ello, hay que considerar que se debe analizarlo teniendo en cuenta esas limitaciones.

 

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