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Primero fue el engaño de “Tutu” Cardozo, quien dijo que el cuerpo estaba en el basural. Ahora José Sulca indicó al jefe de Policía en persona el lugar donde dice que enterraron a la joven de 22 años.
Los gestos de fastidio son notorios en los rostros de los policías y sus brazos están cansados de cavar en vano. A pesar de ello continúa el fatigoso rastrillaje en cercanías del río Guachipas, en el casco urbano del pueblo y en las inmediaciones de la vivienda familiar de la víctima, ubicada en el barrio Islas Malvinas.
El quinto detenido en la causa, José Cayetano Zulca, indicó este viernes a los investigadores y al mismísimo jefe de Policía, Marcelo Lami, el lugar “exacto” donde dice que habían ocultado el cadáver.
La infructuosa excavación resultó un nuevo engaño. Ni en el basural ni en la ribera del río ni en los campos adyacentes al pueblo apareció el cuerpo. Las pruebas se remiten a las sabanas de mensajes y llamadas del “Gringo” Vargas hacia Noelia Rodríguez antes de su desaparición. También un celular que terminó en manos de una hija de “Tutu” Cardozo, una campera -aparentemente de la chica- hallada en casa de Vargas y testimonios poco creíbles de amigos.
“Las pistas que tenemos apuntan a un crimen y no a una desaparición de persona. Eso es claro. El problema es que no hallamos el cuerpo de la víctima”, dijo el jefe policial.
El tiempo pasa, y el caso de Noelia Rodríguez se empieza a parecer a otros crímenes no resueltos en la provincia.
Quién es quién en este caso
Aldo “Gringo” Vargas hasta ahora no emitió palabra alguna. Su mujer, Carina “Tutu” Cardozo, dijo que él ultimó a Noelia y que la arrojaron al basural para quemar el cuerpo. Sergio “Keko” Villagrán, pariente cercano de principal sospechoso, mencionó que Vargas se quería deshacer de la chica de 22 años.
El único detenido que no entra en este círculo de participación criminal es Juan Avendaño. Al parecer su único pecado es vivir frente al basural de la zona de Chañaral. Fuentes de la investigación aseguraron que, el día domingo 4 de mayo, Aldo Vargas llamó en varias oportunidades a Noelia para encontrarse a escondidas. Le envió mensajes de texto y luego hizo lo mismo con su mujer.
“El cuerpo parece que huye”
Según trascendió, una llamada realizada por Vargas a su esposa le decía que asesinó a Noelia y que arrojó el cuerpo al basural para quemarlo, y le pidió que fuera hacia allí para corroborar sus dichos. “Tutu” Cardozo lo hizo y vio que el cuerpo estaba siendo incinerado. Después, ambos fueron al baile del Festival de la Chicha para que todos los vieran. Estuvieron unos pocos minutos y luego se marcharon. Hasta ahora la hipótesis policial es que Vargas quería terminar con Noelia; el resto de los detenidos colaboró con esa línea. “Las cosas como están podrían señalar, incluso, que la mujer que dan por fallecida podría no estarlo y que Vargas haya engañado a su mujer en el basural y esta -a su vez- a la fuerza pública, el cuerpo parece que huye”, aseguró un brigadista ya retirado.