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El ex intendente de Tigre actualmente ubicado al tope de las encuestas en la carrera presidencial del 2015, Sergio Massa, vendrá a Salta en julio con el propósito de consolidar el Frente Renovador en la provincia y para tomar contacto con la gente en la capital y en algunas ciudades del interior provincial.
Luego de la excelente elección de 2013, cuando venció al kirchnerismo en territorio bonaerense, Massa intenta construir una candidatura decisiva con un proyecto basado en la seguridad, la convivencia, la seguridad jurídica y el desarrollo económico. El principal referente del massismo en Salta es el senador y candidato a gobernador Juan Carlos Romero.
Ayer por la mañana estuvieron en la provincia el ex diputado provincial bonaerense y colaborador directo de Massa, Raúl Pérez, el presidente de la juventud del FR, Juan Carlos Saintotte, quienes llegaron con el propósito de conformar la mesa provisoria a nivel local. Mantuvieron una reunión en la sede municipal con el intendente interino y referente massista Ricardo Villada. También compartieron otra reunión con el ex diputado nacional Alfredo Olmedo. Antes habían mantenido una extensa deliberación con dirigentes locales, entre ellos los diputados provinciales Hugo Rivadeneira, Silvia Jarzún, Carlos Zapata, Liliana Mazzone y Mario Avalos y los dirigentes Emilce Maury, Germán Voss y Eduardo Romero.
Insistieron en el desarrollo de una agenda que represente “los problemas reales y cotidianos que sabemos le preocupan a todos: justicia, inseguridad, trabajo, salud e inflación”.
El massismo insiste en consignas como “recuperar el nivel educativo, reformar el sistema tributario y achicar la brecha social”.
Massa apoya su proyección política en una imagen mediática favorable, construida desde su cargo en la Anses y luego en la jefatura de Gabinete, pero también en el apoyo de muchos intendentes bonaerenses y en peronistas históricos con los que va logrando acercamientos. En Salta, además de la inseguridad que es un tema clave en su campaña, pondrá el acento en la campaña contra el desempleo y el empleo en negro y en las “políticas de incentivos” para la inversión y la recuperación de la competitividad en la producción.