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Caso Noelia: denunciaron apremios y habrá un careo

Domingo, 01 de junio de 2014 01:44
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A casi un mes de la desaparición de la joven guachipeña, las intrigas, las sospechas y ahora las denuncias de supuestos apremios ilegales son parte de esta especie de novela policial que deja mal parada a la Policía, y al descubierto la deficiente labor de la Fiscalía Penal que tiene a su cargo la investigación por homicidio agravado. El misterio envuelve el caso de Noelia Johana Rodríguez, la chica de 22 años que presuntamente fue asesinada por una o más personas a principio de este mes y cuyo cuerpo habría sido arrojado en algún lugar de esta inhóspita región del sur del Valle de Lerma, según declaraciones de los acusados.

Aldo “El Gringo” Vargas, quien mantenía una relación sentimental extramatrimonial con la joven, sindicado como principal sospechoso, domador en la finca La Oscuridad; la esposa de este: Karina “Tutú” Cardozo; su primo Juan Avendaño y sus dos amigos: “Keko” Villagrán y Cayetano Zulca, continúan detenidos.

El 4 de mayo, a las 19.45, Noelia recibió mensajes de texto, supuestamente para encontrarse con Vargas, aunque todavía no sabe quién los envió. Salieron del celular de “El Gringo”, pero no se estableció si realmente fue él o su esposa.

Esa noche, el hijo del matrimonio, de unos 11 años, quedó solo en su casa, ubicada en la calle Tristán López. Allí llegó Viviana Villagrán, hermana del detenido Keko y esposa de Juan Avendaño. Vargas y Cardozo habían desaparecido y no contestaban sus celulares. Los hermanos Villagrán, muy amigos de los Vargas, se llevaron al niño. Imaginaban que pronto llegarían sus padres. Al rato, el chico recibió una llamada intrigante de Vargas, quien le dijo: “Estoy en La Viña, con la mina”. Por su parte, Viviana Villagrán insistió telefónicamente para saber donde estaba Karina, que por fin contestó: “Estoy en la casa de un familiar, mandalo ahí a mi hijo”.

Como el niño estaba desabrigado, la amiga del matrimonio se dirigió con su hermano y con el menor a buscar una campera a la casa de Vargas, situada en el barrio Islas Malvinas. Al entrar, percibieron un fuerte olor a cigarrillo. No había nadie, pero al parecer alguien había estado allí antes. Nadie sabe si Vargas, Karina o Noelia fumaban. O quizá un tercero. Días atrás, Vargas les había contado a sus allegados que su esposa siempre le mandaba mensajes en nombre de él a Noelia, porque quería desentrañar el engaño. Sin embargo, del otro lado parece que sabían que era la mujer de Vargas.

Durante las últimas horas se supo que Vargas, con su abogado defensor, radicó una denuncia por presuntos apremios ilegales de parte de policías, cuando fue detenido y trasladado a la capital salteña. Aparentemente habría sido golpeado por algunos efectivos.

Por tal motivo, el fiscal de Causas Policiales y Penitenciarias, Gustavo Vilar Rey, estuvo este martes en la subcomisaria de Guachipas, tomando fotografías del edificio y declaraciones a los efectivos. Fuentes extraoficiales anticiparon que Cayetano Zulca, quien días atrás fue trasladado a un operativo de búsqueda montado bajo el puente del río Guachipas, para que señalara el lugar exacto donde habrían enterrado el cuerpo de Noelia, excavación que tuvo resultado negativo, también haría una denuncia por apremios ilegales.

En tanto, fuentes ligadas a la causa informaron que mañana habrá un careo entre Karina Cardozo y su amiga Viviana Villagrán, ya que las llamadas de esa noche del 4 de mayo comprometen a “Tutú” y su marido. Las pocas veces que contestaron decían que no estaban juntos, hablaban titubeantes y con datos confusos.

Pidieron la excarcelación de Avendaño

Juan Avendaño, peón rural, es marido de Viviana Villagrán y cuñado de Keko, uno de los detenidos. Conocía al Gringo Vargas, el principal sospechoso, a quien le prestaba una casa, ubicada en el paraje Chañaral, para los encuentros íntimos. 
El día del supuesto crimen estuvo en su vivienda todo el tiempo. No salió. Fue detenido solo por ser conocido de Vargas.
“Pedí la excarcelación de Juan Avendaño porque no aparece en ninguno de los relatos de los otros detenidos. Es primo de la víctima. Su mujer, en su declaración testimonial da detalles razonables y valederos de cómo habrían sido los hechos después que Noelia desaparece. Juan vive frente al basural de Chañaral. Para nosotros el caso está cerrado. Lo que falta es que aparezca el cuerpo del delito”, adelantó el abogado Daniel Adolfo Luna, defensor de Avendaño.
Trascendió que Karina Cardozo estaba molesta por la relación de su esposo con Noelia Rodríguez, ya que su marido solía encontrarse con la chica los fines de semana, en la casa de Avendaño, ubicada a unos 4 kilómetros del noreste de Guachipas.
En el pueblo muchos sabían de la relación. Esa fatídica noche, habría ocurrido lo mismo. Pero ¿era Vargas el que pactó la cita con Noelia o fue su esposa con intención de hacerle daño?.
Según testimonios de vecinos, la muchacha estaba muy enamorada de Vargas y ponía todo de su parte para que la relación continuara, a pesar del peligro que ello implicaba, y de que a fines del año pasado Cardozo le había propinado una certera cuchillada en el abdomen a Vargas y varios tajos con una navaja en un brazo, tras descubrir mensajes de texto que él intercambiaba con la chica en su celular. 
“Pensamos que podrían tener graves problemas y que no terminaría en nada bueno”, dijeron vecinos de Guachipas.
Algunos aseguraron haber visto a la chica y a Vargas de la mano en lugares apartados y solitarios del pueblo. Incluso en La Viña, a tan solo 10 kilómetros de la localidad. 
 

 

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