PUBLICIDAD

¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
18°
14 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

El Día de la Independencia

Jueves, 10 de julio de 2014 01:24
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Los guantes y las manos de Romero declararon la independencia del fútbol argentino. Un 9 de julio la Selección entendió que las ilusiones no pueden estar atadas solo a los botines de Messi, que puede haber otros héroes y próceres como Mascherano, como Garay o Demichelis, como Maxi Rodríguez. Héroes que en algún momento fueron discutidos pero que serán reivindicados por la historia. El 4 a 2 en los penales, después de otro extenuante 0 a 0 con Holanda en 120 minutos fue producto de la voluntad, la garra y la pelea constante de no solo once soldados que no estaban dispuestos a rendirse. Ni cuando Robben picaba en profundidad ni cuando Sjneider se soltó para encontrar a Van Persie. La Selección no estuvo dispuesto a mostrar la bandera blanca ni en esos cinco minutos del final del partido (antes de la prórroga). Holanda la llevó de allá para acá, se creía ganadora y que iba a festejar con Robben. Pero Mascherano puso su botín para desviarla. 

La tropa argentina no iba a levantar la bandera así nomás, pese a ese gol que no fue de Higuaín: la puso al lado del palo pero por afuera del arco. No había que rendirse. Y fue el Kun Agüero al que le faltó pólvora, después Rodrigo Palacios y luego Maxi. Tres chances claras que el equipo del “general” Sabella dilapidaba cuando el corazón le daba aire a las piernas. 
La independencia se forjó entonces desde los doce pasos, con las plumas de Romero, que tapó dos tiros, y la espada de Maxi, la del último penal.     

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD