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Allí Cassandre Bouvier cursó estudios de Ciencias Sociales y se especializó en Historia Contemporánea. Mélanie la recuerda como una chica comprometido con su profesión y por eso realizó muchos viajes por el mundo para interiorizarse de la cultura de los pueblos afectados por las guerras, la pobreza y las dictaduras. América Latina era el centro de su mirada. Había recorrido varios países de Centroámérica, entre ellos El Salvador, Honduras, República Dominicana y Guatemala. Antes de su viaje a Salta había estado en Kenia y Madagascar.
"Le atraían los lugares riesgosos, pero como mujer estaba preparada, pues sabía cómo desenvolverse y por eso me sorprendió tanto cuando me enteré de cómo la habían asesinado", expresó Mélanie Trugeon, a quien El Tribuno entrevistó en el bar Sarah Bernard, ubicado en Place du Chƒtelet 75004, en el centro de París.
Contó que ya en su adolescencia Cassandre se había preparado para enfrentar los riesgos a que se ve expuesto toda mujer en cualquier circunstancia. Es decir, tenía perfectamente asimilado del concepto del peligro y sabía que hasta el sitio más benigno puede resultar letal, aún en tiempo de paz. Por eso había practicado judo y recordó que en una oportunidad puso fuera de combate a un sujeto que intentó violarla en el área metropolitana de París.
Durante la extensa charla, la bella y esbelta muchacha me trasmitió la misma sensación de impotencia que Jean-Michel Bouvier, el padre de Cassandre. Comentó que aprendió español porque tuvo un novio colombiano, que cuando terminó su relación con el sudamericano, sufrió mucho y que pudo superar esta situación gracias a Cassandre, a quien definió como su gran consejera espiritual. "Era la hermana que no tuve", expresó con la voz quebrada.
Sus interrogantes
Mélanie sumó otros interrogantes a los tantos que rodean el caso de las turistas francesas que aparecieron asesinadas en la quebrada de San Lorenzo el 29 de julio de 2011. Fue categórica en su análisis al señalar que hay una serie de detalles que no cierran, tomando en cuenta quién era Cassandre Bouvier. "Era muy especial, tenía 29 años y una vasta experiencia en viajes por países de mucho más riesgos", sentenció. La joven sospecha que a las chicas les tendieron una trampa, que posiblemente las raptaron y que las asesinaron en alguna vivienda de San Lorenzo.
Con este prólogo, Mélaine manifestó que no cree para nada en los dichos del único condenado (Gustavo Lasi), de que Cassandre y su amiga Houria Moumni fueron emboscadas en la quebrada de San Lorenzo el 15 de julio de 2011 como si fueran dos inocentes criaturas. "Si fue a ese paseo, lo hizo con el grupo de personas que ese día visitaron el lugar, como lo manifestó uno de los testigos en el juicio, pero jamás lo hubiera hecho solo con Houria", señaló.
Tiene el firme convencimiento de que Cassandre se relacionó con alguien que se ganó su confianza en el coloquio de sociología sobre en América Latina, al que asistió a fines de junio de 2011 en Buenos Aires, junto a Myriem Aboutaher, una excompañera de estudios en la universidad de Nanterre. "Yo la iba a acompañar, pero no lo pude hacer porque estaba atravesando problemas personales", manifestó.
Frente a la expuesto sostuvo que "a mi parece que la investigación de lo que le pasó tendría que haberse iniciado a partir de los movimientos que realizó Cassandre en Argentina, sobre todo en el coloquio de Buenos Aires, para saber con qué personas se contactó".
Al referirse a Houria Moumni, manifestó que su amiga se relacionó con la joven marroquí, de 22 años, a través de Aboutaher. "Hasta donde yo sé, Myriem se la presentó y cuando culminó el coloquio ambas decidieron trasladarse a Salta, a pesar de que este viaje no estaba en su agenda", contó. Al mismo tiempo refirió que, posiblemente, para ese tiempo, es poco probable que haya contado con el dinero suficiente para solventar gastos de pasajes aéreos alojamiento, comida y esparcimiento en nuestra provincia. "Yo estuve con ella en Madagascar, en Kenia y en otros lugares, y por lo general se viaja con lo justo", afirmó. A juicio de Mélanie este no es un detalle menor al momento de analizar el caso. "Quizás en el coloquio conoció a personas que la invitaron y como estaba con Houria decidió ir a Salta", dijo.
A Mélanie también le llama la atención los dichos de esta mujer, de origen español, que decidió retornar a su país dos días después del hallazgo de los cuerpos sin vida de las turistas en El Mirador de la quebrada de San Lorenzo. "Estas cosas no guardan relación con la forma de ser de Cassandre; ella era muy organizada como para no saber cuántos días se quedaría en un lugar", aseguró. También manifestó que le resulta llamativo que haya dejado la mochila con todas sus pertenencias y que le manifestara a López que posiblemente no retornaría ese día al hostal. "Cassandre no haría jamás eso, imposible, no me lo creo y lo digo con el convencimiento de alguien que la conocía hasta el mínimo gesto", afirmó.
La actitud de López Millet resultó a todas luces tan llamativa, como la decisión de la Justicia de autorizarla a salir de país cuando aún nada se sabía de las circunstancias que rodeaban el crimen de las turistas francesas.
La mujer nunca dio aviso a la Policía de que las dos chicas no habían regresado a buscar sus pertenencias. Lo único que hizo fue guardar las mochilas en una depósito para desocupar habitación. ¿Por qué calló?, se preguntó Mélanie.