Caso Melina: Estoy destruida y lo único que quiero es justicia

"Estoy destruida. Lo único que quiero es justicia". Esa fue la primera reflexión pública de Ana María, mamá de Melina Romero, la joven que fue asesinada y cuyo cuerpo fue hallado ayer por las autoridades policiales en José León Suárez.

"Quiero justicia para mí y para todas las otras mamás. Porque no nos parece justo. Yo a mi hija la disfruté hasta los 17 años. Pero cuántas adolescentes hay que no llegan hasta esa edad. Porque vos estás preparado para enterrar a tu padre, pero no para enterrar a tu hijo", declaró Ana María en diálogo con Vorterix.

Luego fue el turno del padre de la víctima, Ruben Romero, quien también pidió que los responsables del asesinato de su hija paguen por lo que hicieron. "Quiero justicia, que vayan presos", reclamó en declaraciones a la prensa.

El hombre contó que al cuerpo de Melina lo reconocieron "por las zapatillas" y aseguró que no sabe nada de los detenidos. La joven fue identificada además por un tatuaje en el omóplato y los piercings que tenía en el rostro. El hombre contó que al cuerpo de Melina lo reconocieron "por las zapatillas" y aseguró que no sabe nada de los detenidos. La joven fue identificada además por un tatuaje en el omóplato y los piercings que tenía en el rostro.

Luego de un mes de búsqueda, efectivos policiales hallaron este martes por la tarde el cadáver de Melina Romero, la chica de 17 años que había sido vista por última vez en las primeras horas del 24 de agosto en un boliche de San Martín, donde festejaba su cumpleaños. El cuerpo de Melina apareció en un terreno baldío, ubicado a metros de la Ceamse, en el camino del Buen Ayre, y detrás del complejo carcelario de San Martín. Los investigadores fueron alertados por un llamado al 911, de una persona que vio un cuerpo envuelto en dos bolsas de nylon. Los tatuajes y los piercings de Melina, además de la ropa que llevaba puesta, fueron determinantes para identificarla. Por la noche, sus padres reconocieron el cuerpo.

Joel Chavito Fernández (22) fue la primera persona que se autoincriminó, al asegurar que Melina Romero murió luego de una fiesta de sexo, drogas y alcohol en una casa de Pablo Podestá. Tras ello, se detuvo al dueño de ese inmueble, Javier Pelado Rodríguez, de 44 años, y a los jóvenes Toto (16) y Elías Narigón Fernández. Además, buscan a otras dos personas: una que manejaba un auto en el que pasaron a buscar a la chica y la otra es un familiar de uno de los acusados.

Los sospechosos lanzaron declaraciones cruzadas a lo largo de estas semanas que complican su situación. Chavito, el día que fue detenido, declaró en una comisaría que él junto a Melina, Toto y el Narigón tomaron pastillas y alcohol en la casa del chico de 16 en Pablo Podestá. Asimismo, había dicho que el Narigón fue quien asesinó a la chica y que con la ayuda del Pelado Rodríguez la tiraron en una bolsa al Arroyo Morón. Cuando fue arrestado el Narigón, en su casa tenía una pistola calibre 32 y 18 balas.