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La escuela alberga a niños que concurren de varios parajes de esta localidad monte adentro en el departamento Rivadavia, que se encuentra a 130 kilómetros al este de Tartagal y unos 50 kilómetros de Santa Victoria Este. Desde ambos lugares, llegar a paraje implica varias horas de viaje. Pero con el apoyo de autoridades comunales y familias oriundas del Chaco pudieron llegar hasta Tartagal, permanecer todo el fin de semana anterior y mostrar todo lo que saben hacer. Por eso bailaron, coplearon y representaron obras de teatro cortas, que ellos mismos escriben y protagonizan, con la dirección de las docentes de esa escuela albergue.
Sara Cancino es catamarqueña, pero tiene una larga experiencia al frente de las escuelas ubicadas en las zonas más alejadas e inhóspitas de la provincia de Salta. "La idea de hacer obras de teatro surgió de un proyecto que denominamos "Aquí el teatro también es posible''. La característica de los niños de esta zona es su timidez, pero con estas técnicas y respetando su regionalidad y las pautas culturales propias del lugar, más el apoyo incondicional de los padres, logramos que superen esa limitación para que se expresen libremente y con toda naturalidad", explicó Cancino, la directora de la escuela El Desemboque.
Los chicos prepararon y protagonizaron ocho obras de teatro cortas que presentaron en la Plaza Italia y en el Fortín Sangre Argentina, ambos en Tartagal. Una característica fue que en medio de las presentaciones siempre había un coplero cantando sus versos. "Ellos mismos escriben sus coplas y tenemos a un chico de séptimo grado que escribe versos dedicados a San Martín y a Belgrano. Pero también la copla es la forma de expresión de las cosas de la vida diaria, porque muchos de ellos nacen con ese talento especial que seguramente no se encuentra en otros chicos de pueblos o ciudades", explicó.
En el Chaco salteño todavía prolifera la vinchuca, que es un insecto muy temido por los criollos y aborígenes porque conocen el gran daño que puede hacerse a la salud y por ese motivo, en una de las obras los chicos la titularon Fuera Bicho. También se destacó la obra titulada La Machorra, que busca dejar un mensaje sobre lo que se conoce comunmente como cuatrerismo y que en ocasiones genera situaciones muy difíciles entre vecinos en la zona de campo. La Llorona está referida a uno de los mitos más conocidos en la región y la obra El Pueblo Perdido reflejó las peleas entre familias, tan comunes en el chaco y resgistradas en el arte desde los tiempos de Romeo y Julieta, que nacieron, se enamoraron y murieron en familias contrincantes.
"En la escuela recibimos niños de 20 puestos y por eso al hacer el desfile con carteles representaron a estos lugares que son habitados por unas pocas familias. Para los niños fue una experiencia inolvidable y no perdemos las esperanzas de poder llegar a Salta, que para los chicos sería algo así como un sueño", expresó Sara visiblemente emocionada.