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Laberintos humanos. Sucios dólares

Sabado, 21 de noviembre de 2015 00:30
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Laberintos humanos. Sucios dólares

Años ya que la Josefina me tiene con que andá a contárselo a don Dubin que seguro que lo pone en sus Laberintos Humanos, allá por el Tribuno, y capaz que te tire unos pesos por el dato, como los detectives, ¿vio usted? Ellos quieren que el conserje del hotel les diga quien está alojado en la habitación cuatrocientos treinta y siete, y como quien no quiere la cosa dejan caer unos sucios dólares sobre el mostrador.

Eso sólo pasa en las películas policiales, empecé a decirle sin saber muy bien cómo habíamos llegado tan lejos en esa charla cuando la vi negarme de plano: que va a pasar sólo en las películas, si yo lo vi con estos mismos ojos viejos que ahora lo están mirando a usted. Por eso mi amiga Josefina me dijo: contáselo nomás que así te traes unos pesos para la comida.

Yo no andaba con muchas cosas para hacer esta mañana, así que me vine aunque ya sé que se dice que usted es medio miserable, me dijo y quise ofenderme pero me la quedé mirando sorprendido de que viniera hasta mi casa para terminar insultándome de ese modo. No me mire así, don Dubin, que me compromete, me dijo al fin la abuela alejando su silla de la mía.

¿Yo la comprometo?, le pregunté completamente anonadado. Y no es que tenga un compromiso desde que se me fue el difunto, que en paz descanse, pero se me hace que usted es demasiado joven para mi, ¿o acaso sugiere otra cosa?, terminó por decirme tomando mis manos entre las suyas. Nunca pensé que aún podía despertar este tipo de pasiones, terminó la abuela acercando si boca a la mía.

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