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La desgracia de esta familia, que venía desde el sur argentino, ocurrió alrededor de las 0.45, cuando el automóvil Fiat Uno gris cayó a un canal ubicado a la altura del kilómetro 1314, a pocos kilómetros de Pichanal.
El auto era conducido por Juan Gutiérrez, de 25 años, quien llevaba como acompañantes a su joven esposa Gabriela Bacías y a sus dos pequeños hijos: Santiago, de 7 años, y Lucimar, de 1.
La familia, de nacionalidad boliviana, vivía y trabajaba en la provincia de Río Negro y había partido el lunes pasado desde la calle Tramonti, de la localidad de Darwin, con destino a la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.
Según el informe de la Policía, el conductor se quedó dormido mientras conducía y perdió el control del rodado.
El auto mordió la banquina, se cruzó de carril, dio un tremendo vuelco y cayó a un canal colmado de agua y rodeado de tupida vegetación. Desde la ruta lo que más se identifica es la alcantarilla que permite atravesarlo.
El despiste del automóvil alteró el ritmo del tránsito sobre la ruta nacional 34, en medio de la noche, cuando disminuye el flujo vehicular.
Un conductor que se detuvo al ver el vuelco llamó al Sistema de Emergencias 911 y alertó a la Policía sobre el accidente. Varios móviles acudieron al lugar, así como un vehículo de Bomberos de Orán.
A raíz del siniestro se montó un operativo que ordenó el tránsito durante las horas que trabajaron los bomberos y los policías en el sitio.
Una familia destruida
La mujer y sus dos pequeños hijos murieron en el acto. El joven esposo y padre sufrió graves heridas y quedó en estado de shock. Así lo encontraron los policías cuando llegaron al lugar.
Gutiérrez explicó a los efectivos que viajaba con su familia desde Río Negro hasta Orán, donde iban a hacer una parada para pasar la noche y luego continuar el viaje al vecino país. Sin embargo, debido a las largas horas de conducción, se durmió y perdió el control del automóvil. Contra toda las recomendaciones viales, había descansado solo una hora en todo el trayecto.
Personal de Criminalística concretó las pericias y Bomberos procedió al levantamiento de los cuerpos y el traslado a la morgue. Tanto policías como Bomberos manifestaron su congoja ante la desgarradora escena de la familia destruida.
"Estamos cerca de las fiestas de fin de año. Recomendamos a todos los conductores que realizan viajes largos, que detengan la marcha para descansar, que vayan haciendo paradas para relajarse un poco y luego seguir el trayecto. No se expongan a la desgracia", sostuvieron.
Una ambulancia del Samec trasladó al conductor herido hacia el hospital San Vicente de Paúl de la ciudad de Orán. Se le diagnosticó un politraumatismo y un traumatismo cerrado de tórax y abdomen con fractura de clavícula izquierda y hematomas, con excoriación en ambas crestas ilíacas anteriores. Quedó internado en observación.
Estadística lamentable
Faltan 28 días para que finalice este año y la cantidad de víctimas fatales en siniestros viales ya superó ampliamente la cifra con la que terminó el 2014.
Con este último caso ocurrido en la madrugada de ayer, en el que murieron tres personas, el número de muertes ascendió a 200 desde el 1 de enero hasta ayer. La cifra sobrepasa a los 180 fallecidos a lo largo de 2014.
Pese a los operativos de prevención, controles urbanos y en rutas, y la implementación de la ley de Tolerancia Cero con el consumo de alcohol por parte de conductores, la situación se agrava cada día más.
La última tragedia ocurrida en la peligrosa y mortal ruta nacional 34, con tres muertes, enlutó la localidad de Pichanal y destrozó a una familia oriunda de Bolivia.