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El parte recuerda que el niño concurría a la escuela Arturo Illia del barrio Caballito, de San Ramón de la Nueva Orán y en el juzgado había sido radicada la causa por "lesiones".
Manuel tenía 11 años, estuvo internado siete días en la terapia intensiva del Hospital Materno Infantil de la capital y murió a la 0.20 del viernes.
Dudas e imprecisiones
La familia del niño no dijo mucho más. Consternados por el dolor, lo despidieron en el cementerio local en la tarde de ayer acompañados por muchos vecinos de la ciudad, algunos de otros barrios que reiteraron su pedido de seguridad a la salida de las escuelas y mayor atención a la problemática social de diferentes sectores, donde los chicos sufren sobre todo la indiferencia.
El caso encierra muchas dudas, porque se desató cuando Manuel le dijo a su hermana que se sentía mal, mostró un comportamiento extraño, lo llevaron al hospital local y allí le contó a la piscóloga que otros chicos lo había golpeado dos días antes, el 19 de noviembre. Volvió a su casa y se agravó su cuadro, por lo que lo derivaron el 27 a Salta, donde determinaron graves problemas en los pulmones. Fueron muchos días entre que el niño contó lo ocurrido y lo internaron. La autopsia hospitalaria registró que sufrió "neumotórax bilateral, neumonía, antecedentes de traumatismo escolar y distrés respiratorio". ¿Tenía Manuel una enfermedad pulmonar anterior? ¿Se agravó ese cuadro con la golpiza que recibió? Son los interrogantes que esperan respuestas.
Los docentes
Los maestros insisten en que todo se debe investigar a fondo y ponen el eje en que "los niños viven marginados, en la violencia, la droga y la pobreza extrema. No solo se trata de equipar las escuelas, sino de poner la lupa en el contexto en el que están insertas. Cada población escolar tiene sus particularidades y allí falla no solo el sistema educativo sino el sistema de salud. Si Manuel falleció por una enfermedad preexistente, ¿qué pasó con APS?", preguntaban en una Orán convulsionada.