Dolor por el asesinato a sangre fría de un joven

Dolor y tensión se vivió ayer en el barrio Solidaridad. Luego de agonizar por casi tres días, un joven de 22 años murió como consecuencia de un disparo que recibió en el abdomen, el domingo último, en el barrio Solidaridad, en la zona sudeste de la capital salteña.
Decenas de muchachos se apostaron durante la mañana frente a la casa del joven, en la manzana 419-A lote 9. Casi como un ritual, hicieron una bandera en su honor y la ataron en la fachada de la casa donde vivía.
El domingo alrededor de la 1 Héctor Eduardo Tolaba, de 22 años, casado, padre de un bebé de un año y medio, asistió a una fiesta de 15 a dos cuadras de su casa. Había chicos de diferentes edades, ya que era una fiesta familiar.
En un momento, cuando Héctor junto a sus amigos estaba parado en la vereda charlando, pasó una moto enduro con dos personas, quienes insultaron y dispararon a mansalva, hiriéndolo a él y a un chico de 13 años, ambos en el abdomen.
Tristeza
Doblada del dolor y tomada de los brazos por otros familiares, Noelia Tolaba, hermana de Héctor, salió ayer de su casa.
Con voz entrecortada y al borde del llanto, relató a El Tribuno: "Mi hermano cayó al piso, los chicos tuvieron que llevarlo a él y al nene en un remís al hospital Papa Francisco". Luego los derivaron al hospital San Bernardo y al Materno Infantil.
"El balazo le afectó la vesícula a mi hermano, también el intestino grueso, el bazo que se lo extirparon y el páncreas. Los médicos lo operaron y se dieron con una hemorragia interna, bilis y materia fecal dispersa, por lo que le colocaron drenajes y quedó con la herida abierta hasta que falleció el martes a las 21.40", se lamentó.
Por el caso hay dos hermanos de 24 y 26 años detenidos quienes fueron atrapados en el barrio Sita, tras intentar darse a la fuga. "Son Richard y Néstor. Hace poco salieron del penal de Villa Las Rosas. Yo tengo sus fotos. Fueron mandados por su hermana, que vive a la vuelta, Marcela Hilda Laura, de unos 40 años", sostuvo Noelia.
"A esa mujer le encanta andar mirando lo que hacen los chicos. Ella discrimina. Según ella todos somos negros y no servimos. Hay denuncias en su contra", añadió.
La vivienda de la mujer señalada por Noelia es custodiada por tres efectivos policiales y un patrullero.
"Hay testigos que escucharon que los asesinos buscaban a dos chicos y que dijeron que dejaran de molestar a su hermana. A mi me duele porque mi hermano jamás provocó a esta mujer. Nunca tuvo problemas con nadie. Quiero justicia, que paguen por lo que hicieron. Todos estamos llorando, dejaron a un bebé sin su padre. No hay derecho a ponerle fin a la vida de alguien", finalizó Noelia.