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23 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
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Cuando el sol ya no nos parece tan amigable

Domingo, 22 de marzo de 2015 00:30
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Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta cuando se decide la construcción de una vivienda es definir su ubicación en el terreno. Es fundamental verificar la orientación y el entorno del terreno, porque de las características de éste dependerá la oferta de sol que recibamos. Si bien la iluminación natural y la ventilación de la casa son necesarias, estas dos propiedades pueden llegar a boicotear el confort de la vivienda. Pasa, por ejemplo, cuando al momento de resolver la fachada no se tiene en cuenta la ubicación del sol o la dirección más frecuente del viento. "En Salta, el sol más "molesto'' es el que pega de frente por el oeste", señaló el arquitecto salteño Alejandro Núñez (arquitectonunez@gmail .com). Si la casa ya está en pie y en esa ubicación, no hay más remedio que buscar la manera de reducir la radiación solar y el efecto invernadero. ¿Cómo? Eligiendo los filtros más adecuados para que la luz natural y las corrientes de aire, en vez de molestar, sigan siendo agentes útiles.
"Hoy hay nuevos clientes que buscan arquitectos para la construcción de casas no convencionales, en las que el aire y la luz se vuelvan protagonistas. Para ello optan por añadirle a sus viviendas grandes ventanales que los conecten generosamente con el entorno. La luz que incide desde afuera y -sobre todo- la renovación del aire de los ambientes hacen que el espacio se modifique. Si la casa se planifica bien desde el principio, la volumetría arquitectónica logrará abrir un diálogo saludable entre el paisaje urbano y el natural. De ahí la importancia de hacer un estudio previo de las orientaciones para diseñar la protección de la fachada", añadió el profesional.
Núñez citó como ejemplo los parasoles compuestos por planos verticales en hileras con suave giros. "Además de brindar la protección ante agentes climáticos externos, generan un juego de luces y sombras ambiguas y cambiantes, ampliando y transmutando el limite del hogar, permitiendo la expansión del espacio interior", precisó.
Protección climática
Para conseguir la protección de la fachada de una vivienda afectada por la radiación solar se puede recurrir a diferentes soluciones arquitectónicas, como ser parasoles, persianas, aleros y muros ciegos o perforados. Bien diseñados, estos elementos consiguen garantizarnos una temperatura agradable en el interior del hogar. Alejandro Núñez repasó las características de cada una de estas opciones de protección climática:
Persianas. La potenciación de la luz natural en el interior de una casa no solo supondrá un ahorro económico y menor impacto ambiental, sino que también aumentará el confort de sus habitantes. Las persianas móviles proveen una protección climática sin romper con la transparencia, cumpliendo con diversas necesidades ambientales. En este caso, el usuario es el principal protagonista según sus necesidades. Las persianas se pueden alternar de manera que puedan proveer sombra y aminorar el efecto invernadero en una caja de vidrio. Existen diferentes tipos de persianas: móviles, de enrolar y de abrir.
Aleros. Los aleros de una construcción son el borde saliente de un techo. No todas las casas los tienen en función de la moda, el gusto y el costo. Sin embargo, más allá de lo estético, los aleros cumplen varios propósitos importantes.
El diseño moderno propone aleros de juegos volumétricos. Esto genera voladizos que protegen la fachada de la lluvia, del sol y del viento. Pueden ser de hormigón, de mampostería, de teja, de aluminio, de madera... La misma loza puede generar un alero.
Parasoles. En Salta, el sol por la tarde de verano es rasante e intenso. El más difícil de sobrellevar es el que pega desde el oeste. Debido a su fuerte impacto, resolver la fachada principal de una vivienda se convierte en tema principal a la hora de diseñar un proyecto arquitectónico. La mejor opción es fabricar o inventar un parasol con elementos constructivos o con materiales de la zona. El diseñador siempre deberá tener en cuenta que existen espacios que se deben ventilar e iluminar, por ejemplo los dormitorios.
Muros ciegos o con pequeños perforados. Se denomina así a los muros con pocas aberturas que se diseñan ex profeso para proteger la vivienda del ingreso excesivo de sol. "La instalación de cualquier tipo de protección climática significa un costo extra a la hora de construir. En el caso de viviendas económicas, se puede optar por el muro ciego para proteger la casa del agente climático indeseado y, a la vez, se economizan gastos", precisó Núñez.
Toldos. Para el arquitecto salteño, los toldos son una solución a la que recurre el usuario cuando el diseño de la casa está terminado y hay que buscar una salida de emergencia ante el ingreso desmesurado de sol. "No queda bien, termina arruinando la fachada. Si mal no recuerdo, cuando Palito Ortega era gobernador autorizó la instalación de toldos en el frente de la Casa Histórica de Tucumán. La decisión apuntaba a proteger la fachada del monumento, pero generó un amplio rechazo entre los arquitectos", ejemplificó el profesional salteño.
Siempre es posible el diseño de casas y edificios buscando el confort térmico interior mediante el diseño, la orientación y la adecuación a las condiciones climáticas que le rodean.


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