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29 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
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Turbas: la brújula al revés

Lunes, 13 de abril de 2015 00:30
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Turbas: la brújula al revés

Nada tendría de raro que Tierra del Fuego promocione su minería a partir de la turba. Enormes turbales existen en esas latitudes por la descomposición de la vegetación en ambientes pantanosos.
Se forma así una materia carbonosa que alcanza uno o más metros de espesor y que se puede explotar cortándola en panes o bloques que se secan al sol. Su aplicación es múltiple y muy variada, desde combustible hasta sustento de almácigos, mejoradora de suelos, entre muchos otros. Promocionar el uso de la turba nacional está perfecto, más aún cuando hasta ahora era importada en gran parte de Canadá, Brasil, Lituania y Estonia. Lo que resulta llamativo es que la Secretaría de Minería de la Nación haya invitado a participar a los tabacaleros de Jujuy. Mencionaron también a Misiones y se olvidaron de los tabacaleros de Salta. Lo curioso es que entre tantos técnicos presentes, de acuerdo con el parte de prensa oficial de la Secretaría de Minería del 31/03/2015, a nadie de los allí presentes se le haya ocurrido decir o comentar o siquiera mencionar que en Jujuy está el mayor yacimiento de turba del noroeste argentino: Milluyoc.
Según la secretaría que dirige el Ing. Jorge Mayoral, además de él y de políticos de Tierra de Fuego, estuvieron presentes: "El subsecretario de Agricultura de la Nación, Juan Carlos Maceira; representantes de la Secretaría de Comercio Interior; miembros de la Mesa de Sustitución y Homologación Minera, representantes de la Cámara Argentina Proveedores de Servicios Mineros (Casemi Argentina), miembros de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM); representantes del Instituto de Normalización y Certificación de la República Argentina (IRAM); profesionales de universidades públicas; y miembros de cooperativas productoras de tabaco de la provincia de Jujuy". Además de mencionar al INTA y al Senasa.
El parte de prensa afirma que: "La reunión tuvo por finalidad dar a conocer al sector agrícola tabacalero jujeño (principales consumidores de enmiendas para el acondicionamiento de suelos), el desarrollo productivo que Argentina ha experimentado en materia de sustratos de suelos destinados a dichos cultivos, como es el caso de la turba fueguina, a los fines de acercar la oferta nacional de este insumo a dicho sector productivo". ¿Qué sentido tiene traer turba desde 3.500 km de distancia al norte argentino cuando tenemos excelentes yacimientos sin explotar?
Tierra del Fuego es el mayor depósito de turbas y de turberas de nuestro país. Sus turbas llamaron la atención de Charles Darwin durante su viaje en el Beagle alrededor del mundo y lo dejó asentado en sus memorias. Quien se ocupó en profundidad sobre el tema fue el geólogo italiano Guido de Bonarelli en 1917.
Como señalamos la turba es un depósito de materia vegetal formado por la acumulación de restos de plantas en un ambiente húmedo, pobre o ausente en oxígeno del aire.
La materia orgánica, en condiciones anaeróbicas, comienza un proceso lento de carbonización y de acuerdo con las condiciones de enterramiento puede dar paso sucesivo a los lignitos, la hulla y finalmente la antracita (carbón de piedra).
Los ambientes fríos y pantanosos son los que mejor se prestan para la generación de las turberas.
Generalmente el proceso comienza desde las orillas del pantano y se va cerrando hacia el centro hasta convertirlo en un turbal. Son famosas las capas de turbas (peat) de Escocia e Irlanda. Allí se las explota cortándolas en panes a los que se los deja secar y luego se los utiliza para hacer fuego y alimentar la calefacción de viviendas. El problema reside en el olor fuerte y acre que despiden las turbas quemadas. Pero el calor mata al frío y en poblaciones alejadas y campesinas ese combustible se convierte en una bendición. Como el recio olor de la tola quemada en la Puna que a la vez que calefacciona, también impregna y ahúma la ropa y la comida de los pastores altoandinos. En el norte argentino y en Bolivia se encuentran depósitos de turbas generalmente por encima de los 3.500 metros. Están relacionados con ambientes fríos de vegas y bofedales formados en los últimos quince mil años. Las turberas están relacionados con las glaciaciones del Pleistoceno y con los ambientes que se mantuvieron fríos y húmedos durante el Holoceno. Algunas están activas y se pueden ver debajo de vegas que han sido cortadas por la erosión de ríos retrocedentes. Otras son turberas fósiles y pueden estar sepultadas por distintos materiales. La gente de campo las identifica como capas de carbón en base a su color negro, marrón o negro sucio. Por su juventud todavía se reconoce la estructura vegetal de las plantas pantanosas que les dieron origen. Si se las quema generan entre 3.500 y 5.000 calorías por kilo de material. Los mejores depósitos de turba se encuentran en la provincia de Jujuy, especialmente en los alrededores de Yavi, Abra Pampa e Iturbe. Los estudios sobre carbones, asfaltitas y turbas del Noroeste Argentino fueron realizados por uno de los primeros geólogos salteños, Pablo G. Gareca, doctorado en la Universidad Nacional de La Plata en 1948, y se recopilaron en la voluminosa obra
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