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Laberintos humanos. La huída | La ficción

Miércoles, 22 de abril de 2015 00:30
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Laberintos humanos. La huída

Carla Cruz se enamoró de Pablo, pero Pablo, Pedro y Esteban Franco se quedaron combatiendo a los Varela en el edificio abandonado de Huichaira. Carla pudo huir hacia el barranco y no quiso regresar. Al llegar la noche, ya supo que los esperaba en vano y siguió su camino.

Caminó hacia el norte y al pie de un churqui se arrodilló para descansar. Arrodillada consultó al Abuelo Virtual. Escribió en su teléfono celular la pregunta: ¿qué es el amor?, y buscó el contacto con el rostro del anciano para enviárselo. El Abuelo Virtual se configuró en la pantalla para comenzar a hablarle con su voz metálica.

Le dijo cosas que la tranquilizaron porque ella confiaba en sus palabras, y entonces le preguntó si volvería a verlo: quien sabe, le respondió el Abuelo, y quien te dice que lo querrás ver cuando vuelvas a verlo. Carla Cruz se quedó pensando en que no le gustaban todas esas verdades, pero sabía que las que podían agradarle acaso fueran mentiras.

La vida no es siempre linda, escribió Carla en su celular como si fuera una pregunta, pero como no lo era la imagen del rostro del Abuelo Virtual sólo sonrió con tristeza. Tampoco te une a Pablo más que ese beso y algunas horas de peligro, ¿qué te hace pensar que estar con él es ser feliz? Carla cerró la tapa de su celular para guardarlo en su bolsillo y seguir andando.

Quien sabe cuánto anduvo y si lo que buscaba no era solamente alejarse cuando vio que en lo bajo bramaba el eco de una pelea. Había dejado atrás una atroz, así que para ver esta se cobijó tras una peña.

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